Revista Cine
Caramel (Sukkar Banat 2007) un viaje dulce por la cultura Libanesa
Publicado el 08 marzo 2012 por CluisaArticulo publicado en Revista.
Todo quizás comenzó con Sherezade, quien contó historias para salvar su vida entreteniendo al sultán Shahriar. En la vida las historias se entrelazan como en “Las mil y una noches”, un nuevo cuento da lugar a otro, y el cine, al igual que la literatura intenta desenmarañarlas, ponerlas en evidencia, quizás con el mismo objetivo que Sherezade: para salvarnos, no de un sultán con instintos asesinos, pero si del aburrimiento, de la ignorancia, de nosotros mismos.
El cine en los países árabes, nació a principios del siglo XX, no es tan fácil hablar de él, pues abarca un conglomerado de países peculiares en su complejidad. Sin embargo, la industria del cine Egipcio es considerada la más grande dentro del mundo árabe, lo que no significa que actores, directores y films de otras regiones no estén dejando su huella a nivel mundial.
Tal es el caso de la directora libanesa Nadine Labaki, quien siguiendo el patrón de mujeres árabes que destacaron en la industria cinematográfica (como Aziza Amir, quien protagonizó una de las primeras películas egipcias, Laila (1927) dirigida por Widad Orfi) filmó “Caramel” (Sukkar Banat en su titulo original), una película que plantea como temática la vida de cinco mujeres libanesas.
Caramel es una comedia que muestra la sociedad de Beirut y ofrece una visión sobre esta desde la óptica femenina. El titulo viene dado por una reminiscencia de la infancia de la directora: "He crecido con todo ese ritual: mi madre, sus amigas, mis primas, las vecinas... Las recuerdo en la cocina de casa preparando la pasta, y mi hermana pequeña y yo espiándolas de niñas, deseando ser lo suficientemente mayores como para iniciarnos en aquellas reuniones. Por supuesto también están los métodos modernos: cera, láser... Pero gana en popularidad la depilación con caramelo" dijo Labaki en una entrevista a El País en el año 2008.
Labaki quien también actúa como Layale, una libanesa de 30 años dueña de un salón de belleza, donde suceden los acontecimientos, quiso contar un poco la historia de una parte de la sociedad más allá del entorno político: "La mayor parte de los filmes libaneses habla de la convivencia entre religiones. Bueno, se ruedan como mucho tres o cuatro al año. Los realizadores libaneses tenemos una necesidad vital de hablar de la guerra, intentar analizar qué ocurre, los distintos puntos de vista... Yo vi que se había reanalizado tanto que preferí dar una visión distinta. Porque en mi país también hay gente cálida con problemas como todo el mundo" admite la directora.
Ver el film de Labaki, quien volverá a representar a su país, en los premios Oscar con su nueva película: Where do we go now? (2011), es el primer paso de un viaje con sabor a caramelo por nuevas culturas (para quienes las desconocen) o un redescubrimiento cálido para quienes son parte de ella.