Cuando al turista se le menciona Francia, lo primero que le viene a la mente es la romántica ciudad de Paris; sus museos y monumentos, sus avenidas y tiendas, sus restaurantes y pastelerías.
Lejos de las principales miradas, pero disfrutado por aquellos que buscan lo auténtico, de los amantes de los castillos y fortalezas medievales, de aquellas ciudades mágicas que nos transportan a tiempos pasados; existe la ciudad fortificada de Carcassonne.
La ciudad medieval de Carcassonne -o Carcasona si preferimos el nombre castellanizado- está situada al Sur de Francia, en la provincia de Languedoc. Queda a tiro de piedra de Toulouse o Narbonne, y a unas 4 horas en coche desde Barcelona. ¡Incluso dispone de un aeropuerto con vuelos de bajo coste!
Reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad desde 1997, Carcassonne fue un enclave galo desde el siglo VI a.C. y romano a partir del siglo I a.C. A lo largo de su historia fue pasando por manos visigodas, musulmanas, catalanas y aragonesas; hasta finalmente pasar a formar parte de Francia.
¿Qué ver y qué hacer en Carcassonne?
La fortificación está constituida por un doble anillo amurallado y 53 torres, su excelente estado de conservación se debe a la reconstrucción llevada a cabo en 1849 por el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc.
En la actualidad casi toda la población vive a las afueras del castillo, que ha quedado reservado a funciones turísticas y comerciales. Sus calles se muestran bulliciosas con restaurantes, bares y tiendas; preservando un aire medieval.
La mayor parte de los comercios ofrecen productos regionales, ¡no dejéis de probar los excelentes platos con el pato como ingrediente principal! Un cassoulet -potaje de alubias y cerdo- o un buen foie gras revolucionarán vuestro paladar. ¿Y por que no probar el Moscatell francés? Un vaso de Muscat es el acompañamiento ideal.
Entre los edificios más emblemáticos de Carcassonne destaca la basílica de Saint- Nazaire, una catedral construida entre los siglos XI y XIV; y un museo al que merece la pena echarle un vistazo es el de la Tortura.
La ciudadela de Carcassonne ha aparecido en repetidas ocasiones en la gran pantalla, siendo una de sus apariciones estelares en la película de 1991 de Robin Hood, el príncipe de los ladrones. Sus murallas inspiraron también el popular juego de mesa de Carcassonne.
Si tenemos tiempo, nada mejor que coger el coche y perderse por las pequeñas carreteras de la región. Disfrutaremos de preciosas vistas y podremos llegar hasta el pequeño pueblo de Minerve. Uno de los pueblos más hermosos de toda Francia, y caracterizado por su localización en lo alto de una meseta rocosa rodeada por los cañones formados por los ríos Cesse y Brian, que a su vez son superados por un hermoso puente natural. Un enclave digno de postal.
¿Cuándo visitar Carcassonne?
El Festival de Carcassone se produce todos los años a comienzos de verano, y es una excelente oportunidad para visitar la ciudad. Este año 2012 se llevará a cabo desde el 22 de Junio hasta el 5 de Agosto, periodo durante el cual podremos disfrutar de una gran oferta cultural.
Y, si podéis elegir cuando ir a Carcassonne, tomad nota e id el 14 de Julio. Como celebración de la fiesta nacional francesa se desarrolla en la ciudadela un impresionante espectáculo de luz y sonido, así como unos majestuosos fuegos artificiales.
Fotografías | Creafrance y Wikipedia