Revista Cultura y Ocio

Cari, churri, chata...y demás horrores

Publicado el 08 enero 2013 por Molinos @molinos1282
CARI, CHURRI, CHATA...Y DEMÁS HORRORESLos (supuestos) nombres cariñosos son un arma de doble filo. Por un lado tienen un componente de cariño, de confianza, de intimidad, de posesión en el buen sentido de la palabra que mola mucho pero por otro lado son una manera fabulosa de conseguir que alguien te pierda el respeto para siempre jamás.
Los nombres cariñosos retratan a quien los recibe y también a quién los dice. Y no hablo solo de parejas eh…
Tenemos el clásico “cari”. Es espeluznante. Ni siquiera en su versión más larga “cariño” es tolerable, aunque al lado de “cari” reconozco que mueve menos a salir corriendo. Cari, cariño es espantoso. Supongo que la intención del que lo dice es mostrar en una sola palabra todo el amor que siente pero sin decir la palabra amor...un rollo tipo “Tabu”...pero no funciona. “Cari” no suena cariñoso, suena cursi, suena blandengue, suena a picha fina, suena a gente que envejece con gatos…es horroroso. ¿Qué pasa si te enamoras de alguien que te llama “cari”? ¿Qué haces? ¿Desarrollas tolerancia? ¿Se te pasa el amor? ¿Se lo dices? ¿Desarrollas un superpoder por el que acabas oyendo lari, pari o tari en lugar de cari? Tengo dudas…
Tenemos “chata” o “chato”. Este es superchulesco. En mi caso, arrastro un trauma de la infancia con el “chata” y me da pánico que me llamen eso. Es oírlo y retrotraerme a los 12 años y empezar a pasar miedo. Fuera de mi trauma personal “chata” me suena a chulería pero dicha con cariño lo mismo por tu pareja que por tu vecina la del sexto. “Chatina” sin embargo es intolerable...mi profesora de labor nos llamaba así en el colegio...pero ese es otro trauma…oigo chatina y me veo con las manos sudando, la aguja oxidada, el trapo hecho un asco y unos agujeros horribles y pensando que iba a suspender y ser un desastre toda mi vida. No suspendí…pero lo del desastre está por ver.
Tenemos “churri”. Otro horrible pero reconozco que yo lo uso pero siempre con amigas...y por joder y en plan de coña. A un tío no se le puede llamar churri sin perderle completamente el respeto y si te lo llaman a ti hay que replantearse la relación. “Churri” es una palabra feísima y no sé exactamente de donde viene ¿De churro? ¿Churrera? ¿Tiene una connotación sexual? No quiero saberlo y ya digo que solo es tolerable en plan coña…
Otro clásico es “princesa”. En teoría mola, también es cursi y todas decimos yo no quiero ser una princesa y todo eso porque las princesas tienen mala prensa y reconozcámoslo es son unas pringadas y nosotras somos todas tías preparadas y capaces y no unas incompetentes coronadas...pero “princesa” te desarma en algunas ocasiones. Primero porque cuando alguien te llama princesa (tu madre, tu pareja) se ha quitado un poco la careta y quiere decirte algo cariños, quiere decirte que eres especial. Por supuesto también se puede usar mal, con todo rollo “cálmate princesa”...o “no te pongas histérica princesa” o “no te preocupes princesa” y entonces consigue justo el efecto contrario...que te pongas hecha una furia y digas algún tipo de improperio muy muy poco de princesa, algo del tipo “¡te voy a decir por dónde te puedes meter lo de “princesa! “
Mi chica/mi chico”. Éste mola. Sé que hay gente poco partidaria del posesivo “mi” porque todo se lo toman muy a la tremenda y empiezan a decir “yo no soy de nadie, soy independiente, no pertenezco a nadie” y ese tipo de majaderías que no tienen ningún sentido porque se supone que el que te lo dice lo dice en plan cariñoso. Aparte de que esa gente luego no tiene problema con el posesivo cuando son ellos los que lo usan “ mishijosmishijosmishijos”. Mi chico me mola, es cariñoso, es cercano, es de confianza y además se puede decir en público sin parecer un merluzo enamorado…aunque lo seas.
Mi amor”...es solo para  la más estricta de las intimidades, tanto parejil como con los hijos. Siempre. Siempre. Nunca hay que romper esta regla. Jamás.
Queda claro que a mí me mola churri para el descojone y mi chico para la pareja...pero el otro día escuché uno que me hizo descojonarme y todavía me río al pensarlo. Me llamaron “perla”…con dos cojones. PERLA. En mi vida se me habría ocurrido algo más espantoso, más cursi y más viejuno. Pensé “No es posible que haya querido decir perla. ¿Habrá sido lerda? Lerda me parece más tolerable...con perla le he perdido completamente el respeto” y luego pensé… ¿Sabrá este tío la cara de vieja de pueblo con bata de boatiné rosa que se le ha puesto después de llamarme perla?
Lo dicho, todavía me estoy descojonando.
Sobre motes, apodos y nicks ya hablé en otro post. 

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog