Revista Cultura y Ocio
Fotografía de Laura Bellomo.
A VECES ES TRISTE LO QUE HAGO CON MIS MANOS
Hoy remendé el camisón de sedaque me trajiste de la China.
Lo uso solamente para mí:
se va gastandoy no habrá más camisones de la China.
Sólo éste.
Lo voy a usar como solía usar tu amor:todos los días.
Que dure lo que durey que conserve las huellas
de mi cuerpo,que sigue estando vivo,
y de todaslas cosas aledañas.
Yo amaba a un hombre que solía estar callado.Callaba en la oficina y en la mesaen los viajes callabay en la cama.
Yo amaba a un hombre que jamás gritaba.Lo respetaba como a un río cuando nacecomo a la montaña que no muere.Como a un árbol.
Yo amaba a un hombreque tenía mi voz entre sus manos.
Carina Sedevich en Escribió Dickinson (Alción Editora, 2014).