

No había sido un camino fácil, atrás quedaban sus trabajos como ayudante de dirección a las ordenes de Leon Klimovsky (por ejemplo en La noche de Walpurgis, 1971) o sus filtreos con el spaghetti western en diversas coproducciones. El éxito de El espanto surge de la tumba propició el nacimiento de una buena relación con Naschy, que a la postre daría sus frutos en forma de otras tres películas del dúo y que marcarían uno de los momentos más álgidos dentro del panorama de cine de terror en nuestro país.




Aured dispone de conceptos básicos para lograr un esquema narrativo que se nutre de diferentes elementos, de esta manera la pulsión sexual, los resortes para crear tensión y la crueldad y violencia de los asesinatos se combinan para lograr una de las películas más recordadas de esa época. Narrado con un ritmo intenso, pero a la vez bastante contenido, el film es absolutamente cruel y malsano, brillando con luz propia el film solo puede calificarse de antológico dentro de las coordenadas del género fantástico. Acompañando a Naschy nos encontramos con Diana Lorys, María Perschy, Pilar Bardem, Luis Ciges y Eva León. La banda sonora fue compuesta por Juan Carlos Calderón. Otra bomba en taquilla que consolido la edad de oro del terror en nuestro país.Después se su fructífera etapa en el softcore, Aured se distancio de su trabajo como director pero siguió involucrado en el mundo de la televisión y el cine, ejerciendo como productor en películas como Monster Dog (Leviathán, 1984) con la presencia de Alice Cooper y Victoria Vera (vaya combinación) o Alien predator (Cosmos mortal, 1987).
