Autor Colaborador: Kosme de Barañano,
Director de Cátedra de Metodología de
Historia del Arte y de la Escultura
El año 2014 ha sido el año de las autobiografías de músicos de todo tipo, nunca el mundo editorial ha dedicado tantas páginas a las memorias y recuerdos de nuestros juglares. Sobre este increíble panorama editorial destaca el libro de Carlos Santana, The Universal Tone: Bringing My Story to Light (ISBN-13: 9780316244923, Little, Brown and Company, abril 2014, pp. 544). Paradójicamente el mexicano Santana es el más analfabeto de todos los músicos, el único que no ha pisado ni la escuela ni la universidad, sin embargo, sus recuerdos y sus ideas surgen de lo más profundo del corazón, de un corazón que late como su música y que deletrea nota a nota su pensamiento, con la misma suavidad e intensidad que lo hace su guitarra.
Por solo citar otros ejemplos de música y memoria de este pasado año tenemos libros del guitarrista Georges Benson, Benson: The Autobiography, (ISBN-13:9780306822292, Da Capo Press, agosto 2014, pp. 256), del pianista Herbie Hanckock, Possibililties, (ISBN-13: 9780670014712, Viking Adult, octubre 2014, pp. 352), o de la percusionista Sheila E., con ayuda de Wendy Holden, The Beat of My Own Drum: A Memoir, (ISBN-13: 9781476714943, Atria Books, septiembre 2014, pp. 336). Sheila Escovedo, la percusionista nominada al Premio Grammy, que ha compartido escenario con infinidad de músicos, especialmente con Prince, subraya el poder curativo de la música, sobre todo para el dolor. También otro icono del pop Mick Fleetwood, con ayuda de Anthony Bozza, ha publicado Play On: Now, Then, and Fleetwood Mac: The Autobiography, (ISBN-13: 9780316403429, Little, Brown and Company, octubre 2014, pp. 352). Mick fundador junto con su amigo de toda la vida John McVie, de una de las bandas más exitosas del mundo, durante más de cuatro décadas, cuenta su historia: "Después de cuarenta y seis años de estar en el camino, este es el momento adecuado para mirar hacia atrás de una manera que nunca había hecho antes. Esta es la historia de mi vida en el rock and roll - y de todo lo que la banda ha significado para mí".
Las memorias de Santana ofrecen un bello cuento sobre la profunda determinación de un niño por vivir de su música, y de su auto-descubrimiento interior. Este guión se enzarza con historias personales llenas de colorido, de detalle pero sobre todo de una lección máxima: no hablar mal de nadie y de afirmar la vida en todos sus sentidos.
Nacido en una familia muy humilde, Santana se gana la vida antes de llegar a los diez años tocando en los bares y cabarets de Tijuana hasta alta horas de la madrugada para ir, sin haber dormido, a la iglesia a tocar el violín, y ver allí de nuevo, bien vestidas, a las mismas putas de la noche. Describe las calles y los olores de su ciudad natal, Autlán, sus primeros conciertos en el bar El Convoy en Tijuana, y su traslado a San Francisco cuando era un adolescente. Con escasos veinte años despunta en 1967 en el Fillmore de San Francisco con una forma de tocar la guitarra eléctrica que será desde entonces la suya, la singular firma de su sonido.
Son los años en que Sergio Larrain estudia en Berkeley 1967-68 o cuando Steve Jobs también aterriza, aunque poco, por la Universidad, pero visita centros de espiritualidad, irá a la India en 1974. Dos años más tarde, en el histórico encuentro de Woodstock, la banda de Santana, con el sensual sonido de su guitarra y los ritmos latinos, será la gran triunfadora junto con Sly Stone por un lado y por Jimmy Hendrix por otro, éste tocando en himno nacional americano. Santana sólo tenía 22 años y su fama ya no parará de crecer. Su música transcendía los géneros, era multicultural antes de que la palabra surgiera. La pasión, el alma, y esa cosa evasiva llamada por los latinos sabor (passion, soul y sabor) surgen a través de la guitarra de Santana en ese sonido sorprendente, por delante de su tiempo. Salir de la oscuridad del ego para compartir la alegría de la música con los demás, es el objetivo del artista. Hasta más allá del 1999 cuando con Supernatural, obtuvo nueve premios Grammy.
El músico también es explícito contra el torpe nacionalismo que le quiere encerrar en la jaula de lo latino. Sobre los mariachis y la critica de que se ha acercado a lo cubano pero no a lo mexicano, Santana es claro: el es un ser multidimensional, no solo un chicano. Viajar por los diversos continentes le ha ayudado a ampliar su cross culturalidad, a ampliar horizontes y sonidos, el ser humano es multi-dimensional, no está circunscrito a una esquina, ni a un barrio. El oyó cuando niño a BB King en la radio americana que llegaba a su pueblo, y ahí encontró el camino de su corazón y de su música, no en la charanga de su padre, con la que, sin embargo, es respetuoso.
Santana puntea en su libro el acorde perfecto cuando traza su evolución espiritual, atribuyendo su éxito y la belleza de su música a lo que él llama el "tono universal": the “Universal Tone”: “The story behind the stories, the music behind the music.... With it you realize you are not alone; you are connected to everyone...It’s the fastest way of getting away from the darkness of ego.... It’s a blessing to be able to play from your soul and to reach many people.” "La historia detrás de las historias, la música detrás de la música .... Con él te das cuenta de que no estás solo; estás conectado a todo el mundo ...es un bendición ser capaz de tocar desde tu alma y llegar a tanta gente". Santana tiene un ductus, como lo tienen todos los grandes dibujantes de la Historia del Arte. Esta es la base en la que se reconoce a lo largo de 40 años la linea de sonido de su guitarra como se reconoce la grafía de Pontormo con ese gesto de grito, de melancolía, que le hace distintiva, diferente de la de Rafael o Miguel Ángel, en tanto que proviene de la profundidad del alma. La forma es una estructura, que no tiene que ser una forma cerrada como una caja, puede ser elástica, o puede ser como una nube en movimiento.
Además de ese recorrido desde Tijuana a su banda de blues y rock, a las diferentes etapas de su grupo hasta el momento presente, Santana habla de su vida como compañero, como esposo, como padre, como hijo, como niño abusado, y especialmente de su deuda con otros músicos y de sus creencias religiosas y espirituales, - de John Coltrane y John Lee Hooker a Miles Davis y Harry Belafonte. Habla de su música pero habla de su vida, de la dedicación a un camino espiritual que ha pasado por educación católica, por filosofías orientales, y otras fuentes místicas, pero también por las drogas y por la reflexión.
El libro es seguramente la respuesta al libro de su ex mujer Deborah Santana, Space Between the Stars: My Journey to an Open Heart. (Random House 2005) y al de Norman Weinstein, Carlos Santana. A biography (Greenwood Press 2009). Este libro es un ejemplo del poder catártico de la escritura, como el Night Studio, de Musa la hija del pintor Philip Guston, libros para analizarse a sí mismos. De paso no entendiendo nada al prójimo, es decir, al más próximo, al marido o al padre.
A veces con pequeños engaños: su experiencia con Sly Stone que parece de dos meses pero es de casi tres años (de 1969 con 18 años recién cumplidos hasta comienzos de 1972, en ese verano se encuentra ya con Santana), sus repetidas intenciones de ir a la Universidad (para aprender español y escritura creativa) siempre abandonadas por el amor, pero no así las casas de cierto confort. Su experiencia con la intolerancia (sea de color, sea de machos) y su recurso a la religión, quizá lo más interesante de Deborah, como en la propia vida de Santana sea ese acercamiento permanente a la divinidad, a la entrega a los demás, a través del don que uno tiene de hacer música. Carlos es muy delicado en su memoria al referirse a su ex mujer, por ejemplo, al respeto de esta relación previa señala: "whatever happened between her and Sly is in her book, and that and what was happening with me and my band had left us both needing support and consolation".
Como dice Santana no es la piel sino la luz interior lo que le interesa, tener bien su energía interior, sus moléculas de luz para entregarla a los demás. El problema del texto de Deborah es el de esas mujeres que están a la sombra pero que no les gusta luego ser esa parte de la sombra, y por eso la necesidad de escribir y señalar su capacidad de manejar un restaurante, sus hijos, su capacidad empresarial, su ver antes que el marido las intenciones malas de los otros, como las del gurú, etc. pero señalar y subrayar el mal carácter de Bill Graham hacia una mujer, ella, que al fin y al cabo, era una más de los líos de Sly, y lo que estaba molestando por ignorante, al querer entrar sin pagar. No digo que no sea honesta y que no esté contando su verdad pero nadie de sus psicólogos le ha confrontado con sus propias mentiras. Deborah es una persona que articula bien y que tiene una sonrisa especial, es una memoria dinámica, es interesante, bien escrita, pero ese trasfondo de mujer maltratada, engañada, es un tópico más que habrá que sacudir como se hace con las alfombras que no han sido pasadas cada cierto tiempo con la aspiradora.
Los Santana se separaron en 2007 después de más de treinta años juntos, con tres hijos que tienen ahora 25, 30 y 33 años de edad. En el 1998, la pareja estableció la Fundación Milagro, una organización sin fines de lucro que ayuda a niños y jóvenes de escasos recursos en la educación, las artes y la salud. Desde 2009 Santana vive con la baterista Cindy Blackmann. Su filosofía por un mundo mejor que proviene de los años 60, del Sun Flower, sigue siendo en el fondo la misma: mejorar el mundo, mejorar la convivencia entre los seres humanos.
Aunque en su actuación en Woodstock, Santana estaba pasado de mescalina, su relación con las drogas o con el alcohol ha sido muy de pasada: su relación íntima con su guitarra le ha a sostenido a largo de todas las puertas del vicio. Aunque no toma nada, defiende la marihuana y el peyote, y critica la heroína y todo lo que viene de los laboratorios y no de la naturaleza. En los márgenes de este periplo vital aparecen muchas muertes de gente creativa y muchos excesos inútiles. Habla de la música que le influyo, no solo de su padre y del blues, habla de Gabor Szabo, de Miles, de Shorter, de John Maclaughin, de audiciones que se pueden seguir en you tube y acompañar la lectura. Para los que les gusta y han seguido su música cuenta las circunstancias de álbumes y actuaciones, pero también la filosofía de ser buena gente para hacer buena música, la actitud hacia la disciplina y el dominio de la técnica para decir tu verdad. Podemos resumir su credo vital en dos frases: "Love is the light that is inside of all of us, everyone," (El amor es la luz que está dentro de todos nosotros, de cada uno de nosotros") y "I salute the light that you are and that is inside your heart." ("Saludo a la luz que tu eres y que está dentro de tu corazón)
Quizá lo único pegajoso es que muchas lineas parecen dirigidas a sus hijos, incluso lo que escribe sobre ellos tiene un cierto halo de hagiografía. En su conjunto es una historia profunda sobre la inspiración y sobre la audacia musical, una filosofía llena de humor de uno de los grandes que no ha perdido su sencillez. Al hablar de las relaciones personales Santana subraya que no ha querido dejar de ver las posibilidades infinitas que hay en cada persona que conoce. Como cada nota musical tiene su propia aura, de armónicos y de sobretonos, cada vida tiene un registro de singularidad y de verdad, que hay que respetar. Conviction y Charisma son las palabras con las que identifica a su madre y a su padre, son el titulo del primer capitulo del libro, pero las dos palabras en su exceso conllevan también sus males.
Es una de las grandes biografías de músicos actuales junto con la de los fallecidos Jim Morrison. No one here gets out alive (1980) de Jerry Hopkins y Danny Sugerman de 1980 o Catch a Fire: The Life of Bob Marley (2006) de Timothy White. Santana ha hecho gala siempre de un espiritu de colaboración en la música y en la vida social. Inteligente siempre para rodearse de buenos músicos, de Leon Thomas a Armando Peraza, de Buddy Miles a Whitney Shorter. Todos ellos citados en la web de su grupo. La C en Carlos, suele decir, es para la palabra collaboration. Ahora en su viaje personal por sus recuerdos ha acudido a la colaboración de dos amigos "universitarios": Ashley Kahn and Hal Miller. Kahn ha escrito previamente dos libros clave, en investigación y en resultado, sobre el mundo del jazz: Kind of Blue by Miles Davis y A Love Supreme by John Coltrane. El bateria Hal Miller además de amigo personal, ha sido el documentalista de la banda, así como uno de sus percusionistas. Miller ha dividido su vida entre giras como batería y clases historiador en la State University of New York en Albany.
Sin duda, Santana es uno de los músicos más influyentes de los últimos 50 años, un guitarrista autodidacta que ha atravesado géneros del blues al rock, a lo latino con la rápida navegación de un genial músico de jazz. En el amplio reino de los dioses de la guitarra, un instrumento de la segunda mitad del siglo XX, Santana se encuentra sólo y en primera linea para lo que se ha dado en llamar su "singular tono" -tanto el hecho de que se puede reconocer una canción Santana en una sola nota como el hecho de que para Santana la música y soul están interconectados. En este libro Santana nos describe los diversos tipos de profundidad en el océano del sonido, y el acantilado en el que él bucea, para ofrecernos los corales pictóricos de su melodía.
Kosme de Barañano.