Michael (Reilly), Pen (Foster) Roman Polanski dirigiéndoles en un apartamento en París, Alan (Waltz) y Nancy (Winslet). Adelante los protagónicos tulipanes
En el 2011, dirige y co escribe con la dramaturga Yasmina Reza, la adaptación de su obra teatral "Un Dios Salvaje" (Le Dieu De Carnage en francés), cuyo nombre fílmico es simplemente "Carnage". Aquí un hecho cotidiano de matoneo estudiantil, reune a dos parejas ubicadas en las antípodas de la sociedad, Alan (Christoph Waltz) y Nancy (Kate Winslet), padres del niño victimario que tumba dos dientes al hijo de Penélope (Jodie Foster) y Michael (John C. Reilly). El grupo hace un iuntento fallido por negociar y llevar de manera políticamente correcta el incidente. ¿El resultado? una amarga y sarcástica jornada de insultos, improperios y develación de debilidades y prejuicios. El cuarteto sostiene con creces y muchos recursos actorales, esta entretenida y vouyerista mirada sin concesiones a la incapacidad de los seres humanos por ser civilizados. De la calma chicha al caos solo hay un paso. Imperdible atmósfera tensa y acertada dirección actoral PARA RECORDAR.Revista Cine
Roman Polanski de cuando en cuando se da una vuelta por el teatro para tomar material para evidenciar la incapacidad del ser humano por ser civilizado. Lo hizo con William Shakespeare adaptando su obra maldita: "Macbeth". En 1971 eligió a Jon Finch y Francesca Annis en los roles de los ambiciosos y asesinos Macbeth y Lady Macbeth respectivamente, realizando una oscura y acertada visita al mundo sanguinario y violento, de un caballero que se pierde en la búsqueda irracional por el poder. Ambición y civilización no van de la mano.Luego, en 1994 adapta la desgarrada obra teatral de Ariel Dorfman "La Muerte y la Doncella", Sigourney Weaver es Paulina una ex presa política torturada y traumatizada, que encuentra la oportunidad para vengarse de su torturador (Ben Kingsley) hasta perderse en la delgada línea de la locura y la venganza. Resentimiento y civilización tampoco pegan.