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¡Qué buenos recuerdos me trae esta receta que te he preparado! Y no, no es por la receta en sí, que es la primera vez que la hago, es porque decir "membrillo" es acordarme de mi abuela paterna y de su cocina. Recuerdo cómo nos hacía membrillo en almíbar y lo bueno que estaba con esa canela, ese clavo y el almíbar en el que se bañaba. Pocos platos hacía dulces no recuerdo si porque no se le daban bien o porque no quería. Sin embargo, el membrillo en dulce sí que lo hacía y estaba delicioso. Tan delicioso como esta carne de membrillo que te he preparado y que viene genial para los entrantes de estas Navidades, ¿no crees? ¿Quieres saber más de esta receta? Pues, ¡vente conmigo!
La carne de membrillo, también llamada dulce de membrillo, es uno de los postres tradicionales españoles más sencillos y ricos. Como pasa casi siempre, los dulces tradicionales españoles llevan pocos ingredientes, son sencillos de hacer y están super ricos como las tortas de aceite, las perrunillas o los cortadillos. Que no se pierdan estas recetas tradicionales es casi un deber para alguien al que le guste la repostería.
Según he podido leer, la carne de membrillo es un dulce típico de España, Portugal e Italia. En España, tenemos una localidad que es la máxima exportadora mundial de carne de membrillo: Puente Genil (Córdoba). Griegos y romanos trajeron el fruto a la península y lo tomaban cocido y endulzado con miel. Además, lo ofrecían como regalo de bodas ya que es símbolo de amor y fecundidad. Es más, se dice que las novias griegas daban un mordisco a un membrillo para que su boca quedara perfumada antes de entrar en la cámara nupcial. Pobrecitas con lo rasposo que está el membrillo al natural, ¡ja, ja, ja!
Los españoles llevaron carne de membrillo en sus viajes a América y quedó asimilado en la cultura gastronómica hispanoamericana donde además se utilizaron otras frutas para hacerlo como la guayaba, la calabaza, el mango, etc. y recibió diversos nombres como "ate" en México o "bocadillo" en Colombia.
Como ya te he comentado, esta carne de membrillo quería hacerla para los entrantes navideños. Mi intención era ponerlo con queso que es un manjar. Esta combinación de queso y membrillo no es solo típica de España sino también de otros países como Venezuela, México, Colombia, Brasil y Argentina entre otros. Me han parecido superinteresantes los nombres que recibe el queso con membrillo: Romeo y Julieta, Vigilante, Martín Fierro, etc.
Para hacer esta receta he usado la Thermomix. Es tan rápido hacerla aquí que ni me lo he pensado. La pasta queda super suave, sin grumos ni nada y perfecta para tomar con queso o como más te guste. ¿Te vienes ya a ver la receta? ¡Vamos a ello!
CARNE DE MEMBRILLO CASERA
Ingredientes
700 gr. de membrillo pesados descorazonados1 limón, sin piel y sin lo blanco500 gr. de azúcar normal
Preparación
- Limpiamos los membrillos para quitarles los restos de pelusilla que pudieran tener. Los partimos en 4 partes para quitarles el centro mejor. Troceamos y echamos en la Thermomix. (La piel no se le quita porque es ahí donde tiene más pectina que será lo que le dé consistencia al dulce).
- Pelamos el limón y le quitamos bien la parte blanca y los huesos. Lo troceamos y lo echamos en la Thermomix.
- Añadimos el azúcar.
- Trituramos todo durante 30 segundos a velocidad 5-7. Es posible que oigas que las cuchillas no trituran. Es porque todo se ha subido para arriba. Abre la Thermomix y baja todo. Vuelve a triturar el tiempo que falte.
- Baja lo que haya quedado en las paredes y programa 25 minutos, 100ºC, velocidad 5, con el cubilete puesto.
- Cuando haya pasado el tiempo, quita el cubilete y programa 15 minutos más, 100ºC, velocidad 5.
- Una vez listo, repartimos inmediatamente en los recipientes donde lo vayamos a poner y dejamos que se enfríe totalmente. Entonces, lo tapamos y dejamos que se termine de solidificar en el frigorífico.
- Al día siguiente ya puedes desmoldarlo y utilizarlo como quieras.
- ¡A disfrutar!
Basada en la receta de Cocinando entre olivos
¿Qué te ha parecido? ¡Anda que no te trato bien trayéndote esta recetita tan sencilla y rica! Lo mejor es que la carne de membrillo se conserva muy bien. Iba a decir que dura mucho pero, no sé yo cuando la pruebes si va a durar tanto o no, ¡ja, ja, ja!
Si no tienes Thermomix, puedes hacerla de la forma tradicional en una olla normal. Solo habría algunos cambios. Pones en la olla el azúcar con el membrillo limpio, pelado y troceado y las cáscaras y los centros, los pones separados en 2 gasas guardados para que cuezan a la vez que el membrillo pero no se mezcle. Añade dos o tres cucharadas de agua y cuece hasta que le membrillo esté bien blando. Lo separas del fuego y lo trituras bien todo. Lo echas de nuevo en la olla y lo dejas cocer unos minutos más. Lo quitas del fuego y lo repartes en los recipientes.
Si haces mucho, el dulce de membrillo puedes congelarlo en diferentes recipientes e ir sacándolos según vas comiéndotelo.
Con esta carne de membrillo he preparado para Navidad estos aperitivos con queso emmental, nuestra versión del vigilante. Lo más importante es que todas las capas tengan el mismo tamaño para que quede bonito.
Otro día te traeré la receta del membrillo en almíbar de mi abuela. Ya verás qué delicia.
Si quieres ver otras ideas para canapés navideños, no te pierdas estos Volovanes de revuelto de gulas y aceite de gambón o unos Canapés de hojaldre con jamón cocido ibérico y queso Camembert.
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¡Hasta pronto!