Descubrí que se podía comer el calabacín crudo cuando vivía con una familia vegetariana en Estados Unidos. Ellos se lo echaban a la ensalada como nosotros le echamos el tomate.
La verdad es que está buenísimo y es una forma supersana de aprovechar bien todos los nutrientes sin cocinar el alimento. Es una receta facilísima de hacer y muy rica. Puede ser un entrante o una cena muy ligera.
Ingredientes: (2 personas)
- 1 calabacín mediano
- 1 zanahoria
- 25gr de alcaparras
- queso parmesano
- 1/2 limón
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- orégano, sal y pimienta
Elaboración:
Lavar y secar el calabacín y cortarlo en rodajas MUY finas. Si tenemos un cuchillo estilo “Ushuba” es perfecto para este tipo de corte. Si no, pues usaremos el cuchillo más afilado que tengamos. Sazonamos ligeramente y reservamos. Limpiamos y lavamos la zanahoria y la rallamos.
Cortamos el calabacín en rodajas MUY finas Rallamos la zanahoriaA parte en un cuenco ponemos dos cucharadas de aceite de oliva, el jugo de la mitad del medio limón (o sea de 1/4 de limón), una pizca de orégano y pimienta negra. Emulsionamos con unas varillas hasta que consigamos una mezcla homogénea.
Emulsionamos con unas barillasVertemos la vinagreta sobre el calabacín y dejamos reposar entre 5 y 10 minutos en la nevera. Rociamos la zanahoria rallada con el zumo del otro 1/4 de limón y removemos bien para que el zumo empape toda la zanahoria.
Cubrimos el calabacín con la vinagretaSacamos el calabacín de la nevera y las distribuimos en la fuente donde las vamos a presentar. Disponemos la zanahoria rallada en el centro y esparcimos al rededor las alcaparras. Espolvoreamos con orégano y decoramos con virutas de parmesano.
¡Qué aproveche!
Carpaccio de calabacín con alcaparras
Carpaccio de calabacín con alcaparras