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Doy algunas sesiones en algunos masters orientados a recién titulados. Al Rey David le metieron a un bellezón joven en la cama, en su senectud, a ver si le reanimaba un poco. Como eso parece que solo contribuyo a acelerar su final, yo me conformo con el contacto rejuvenecedor de esas sesiones.
Y siempre me cuesta mucho trasmitirles una idea: todo error en el enfoque de la carrera que tengas en tus años iniciales, puede tener inmensas consecuencias en tus años de madurez. Los jóvenes tienden a pensar que el tiempo es eterno y “qué más da”, ya lo haremos después. Y no es eso. Ni de lejos. El ejemplo es el de una escopeta, desvía el cañón un milímetro y la bala se ira varios metros lejos del blanco.
Pero como no es un ejemplo demasiado llamativo, voy a substituirlo por este nuevo. Hace unos meses estaba trabajando en Casablanca. Y en el Hotel “choque” con un muy antiguo compañero, conocido de los años escolares. No le había seguido la pista, pero los fragmentos de noticias que me llegaban es que no le iban muy bien las cosas. Se dedica al sector agrícola. Por lo visto representaba no sé qué maquinaria, y venia de visitar un ministerio. Le pillé en mal momento, así que fue sincero. Me comento: “yo saqué mi título en una escuela agrícola de élite, creada por los franceses, aquí en Marruecos. Todos mis compañeros marroquíes de aquella época, son ahora subsecretarios, Directores Generales, incluso un par han llegado a ministros de agricultura. Pero para mí, en aquellos años, no pasaban de ser “moros”, inferiores a los occidentales. Solo me reunía con los franceses, y despreciábamos de manera evidente al resto. Hoy, uno de aquellos, con mucha educación, me ha hecho tragar esos desprecios hasta el fondo”. Treinta años más tarde se dio cuenta, y no fue aprendizaje, sino choque, que si los hubiera cuidado, posiblemente se habría hecho millonario solo con las comisiones de ventas posteriores.
Sacar el título a los 22, no es lo mismo que sacarlo a los 27. Hablar inglés a los 14 no es lo mismo que aprenderlo a los treinta, tener el carnet de conducir a los 18, no es lo mismo que a los 28. Si no haces deporte a los 40, no podrás corregirlo a los 60. Si no disfrutas de tus hijos cuando tienen cinco, lo pasarás peor cuando tengan 15. Todo lo que no hagas en su momento, o será un hueco, o tendrás que pagar por ello una factura superior con resultados peores.
Qué hay excepciones. Sin duda. Pero tienden a ser eso. Excepciones.