Revista Televisión
Showtime estrenó el año pasado "Homeland", la serie que 365 días después se coronó como la absoluta triunfadora de los Emmy. Ser elegida como el Mejor Drama del Año con el Mejor Actor y la Mejor Actriz de Drama convierte a "Homeland" en un auténtico éxito (y le da a Showtime los primeros Emmy de su historia en la categoría de Mejor Drama y Mejor Actor de Drama). Y este triunfo se ha visto reflejado en la audiencia de su season premiere, convirtiéndola en la segunda serie de más audiencia de la cadena (por detrás de "Dexter") y regalándole a Showtime el mejor domingo de su historia. Ahora sí, toca repasar lo ocurrido en "The Smile", el primer capítulo de la segunda temporada. No sigas leyendo si no lo has visto todavía; de lo contrario, te invito a que escapemos juntos por el mercado.
Han pasado varios meses desde que vimos a Carrie sometiéndose a aquel tratamiento en el que, en el último momento, recordó el nombre de Issa y las vidas de Saul, Brody y la propia Carrie han avanzado. Ella es profesora para mayores, Saul está trabajando en una nueva misión en Beirut y la carrera política de Brody va viento en popa, hasta el punto de que el propio Vicepresidente le ofrece un sitio privilegiado en su campaña. Pero las cosas no son tan sencillas para ninguno de los tres. Saul recibe un aviso de un posible ataque en suelo americano, pero para conocer más detalles y poder hablar con la informante, necesita la ayuda de Carrie pues es la única persona que va a poder obtener la información completa. Para ello es necesario alterar la nueva vida de Carrie, que vive tranquila junto a su hermana y su padre y controlando su enfermedad. De momento la pérdida de memoria sólo le ha afectado para olvidarse de Issa. Carrie no ve otra salida que aceptar; no le hace mucha gracia volver al lugar del que fue expulsada de una forma tan humillante, pero una parte dentro de ella quiere volver al trabajo que tanto le gusta. Para cuando queremos darnos cuenta ya le tenemos en Beirut, con pelucón moreno, aprendiendo su nuevo papel (de la mano de Valerie Cruz) y a punto de reunirse con Saul. Saul, Saul, Saul. Sigue dándome tan mala espina como la temporada pasada. Aunque al menos parece que este año su fondo de armario se ha ampliado un poco. El encuentro entre ambos va a tardar en producirse, sobretodo después de la persecución que sufre Carrie en el mercado (y que es donde nos regala la sonrisa del título del capítulo).
Brody ve cómo su entrada en el mundo de la política va mucho mejor de lo esperado, aunque poco tarda en recibir noticias de Abu Nazir de mano del personaje de Zuleikha Robinson (venida directamente desde la isla de "Lost"), que promete convertirse en personaje clave. Ella es su nuevo enlace con el terrorista y la persona que le pondrá al día con sus misiones. Ahora sabemos que Brody acordó con Nazir no cometer ningún asesinato, pero que sí seguía comprometido con la causa. Su nueva misión es conseguir una serie de datos de objetivos potenciales. Pero su mayor problema está en casa: su mujer (es curioso que llame a su marido por el apellido y no por el nombre) ha descubierto que es musulmán. Impresionante la escena en el garaje con el Corán de por medio. A ver cuánto tarda en aparecer Mike para caldear un poco más el asunto.
Veremos cómo le sienta a Carrie la vuelta al trabajo y cuánto tarda, ya no sólo en recordar a Issa, sino en reencontrarse con Brody, del que se despidió el año pasado, aparentemente, para siempre. Y a ver cuándo descubrimos la verdadera cara de Saul, que yo sigo empeñado en que es más malo que el demonio desde el episodio del polígrafo.