Una de las muchas perlas que me encontré en "El infinito en un junco", es este poema de poeta bosnio Izet Sarajlic:
CARTA AL AÑO 2176
¿Qué?
¿Todavía escucháis a Mendelssohn?
¿Todavía recogéis margaritas?
¿Todavía celebráis los cumpleaños de los niños ?
¿Todavía ponéis nombres de poetas a las calles?
Y a mí, en los años setenta de dos siglos atrás, me aseguraban que los tiempo de la poesía habían pasado, al igual que el juego de las prendas, o leer las estrellas o los bailes en casa de los Rostov.
¡Y yo, tonto casi lo creí!
Izet Sarajlic, 1976