Revista Salud y Bienestar
Esta carta va dedicada a mi riñón, tan importante y vital para mí.
Queridísimo riñón:
Hace mucho tiempo que estamos juntos y me gustaría dedicarte unas palabras para que sepas la gran fortuna que he tenido en la vida desde el primer momento en que te sentí. Te escribo también para demostrarte lo agradecida que me siento por tenerte a mi lado en este largo y arduo camino, con "sus más y sus menos", con las alegrías y los momentos difíciles... y que a pesar de todo lo que hemos pasado, sigues aquí conmigo.
Sé que el paso del tiempo empieza a hacer mella en ti, pero sabes que te cuido con mimo y cariño para que sigas con la vitalidad y la fuerza que me has demostrado hasta ahora.
Mientras estemos juntos, nos vamos a encontrar con muchos obstáculos y dificultades que intentarán separarnos, e incluso puede que lo consigan. Pero lucharemos y haremos frente a todo para evitar tener que llegar a ese duro trance, o alargarlo lo máximo posible.
Cada día contigo es una nueva victoria, un pasito más en este camino que realizamos unidos, al mismo compás. Todo lo que hago, lo hago pensando en ti, en tu salud y en tu bienestar que son los míos.
Me gustaría estar junto a ti toda la vida, pero si un día has de abandonarme, sentiré pena y dolor, pero me quedará el recuerdo de todos estos años felices vividos junto a ti.
Me has ayudado y me ayudas mucho: a realizar mis proyectos, a disfrutar de la vida, a viajar, a sentirme bien... en fin, a tener una buena calidad de vida.
Por el momento nos tenemos el uno al otro; yo te cuido y tú me das la salud, la energía y la vitalidad... hermoso intercambio.
Sin más que decir, pero mucho por sentir, me despido con un:
"Te quiero, riñon".