Carta abierta a José Tomás:
“¡Maestro! Desde la admiración y el respeto. Estoy desilusionada. El anuncio de su regreso a los ruedos fue una grata noticia. Como siempre que usted actúa hago cábalas para acudir a cuantas plazas hace el paseíllo. El bolsillo no me da para tanto como yo quisiera, pero siempre he podido ir o a Sevilla, Granada, Algeciras o al El Puerto de Santa María, Huelva, Almería...Todo los años ponía una hucha e iba ahorrando para el verano tomasista. Ahora con esa mini y ridícula temporada que usted ha diseñado, los aficionados fieles pero de tercera, en cuanto al volumen de nuestra cartera, nos quedamos sin opción. Badajoz y Huelva. ¡Solo dos corridas! Imposible adquirir una entrada; claro, el señor Pedro Trapote seguro que encuentra a última hora tirando de chequera o de contactos. Con esta rácana temporada está usted toreando solo para unos pocos y para los mismos. El toreo debe escapar de lo populachero, algo que usted cuida con celo y que muchos aplaudimos; es una actividad muy seria para quienes se juegan la vida como usted cada tarde; es, en sus manos, una religión y a pocos nos importa peregrinar adonde sea para seguir su doctrina. Y es tan poderoso en sus manos el toreo que, como está el mundo taurino y la afición en estos momentos, si usted está en activo no se puede permitir el lujo de quedarse en su casa y torear solo para unos pocos.”
María Antonia Delgado