Quiero empezar como terminaré, deseando la recuperación de la auxiliar de enfermería Teresa Romero,
De primeras esta señora me parece un ejemplo de profesionalidad, porque asumió el riesgo que lleva implícito trabajar en el sector publico, que es el riesgo del daño personal (como los policías, los bomberos o los servicios de rescate). Me apena mucho lo que habrá sufrido con todo esto, al margen de su estado personal, saber que ha podido contagiar a más gente, la muerte de su perro, su marido ingresado…horrible.
Dicho esto, me parece que una sociedad responsable debería dejar a las autoridades que trabajen, por el bien de todos. Torres Gemelas en Nueva York, todos a una; metro de Londres, todos a una; aquí a tortas desde el minuto uno. Pero podría llegar a entender que grupos de radicales la monten, vale. Incluso que nos vendan la moto de la humanidad con un perro (pobre perro) cuando les dan igual las vidas humanas de los misioneros que daban eso, su vida, por los demás. Por cierto, creo que se debe destacar el comportamiento del líder del PSOE, Pedro Sánchez, que si que ha decidido callar hasta que la investigación aclare lo ocurrido y hasta que se controle todo.
Pero lo que no entiendo ni acepto ni me resigno a no condenar, es el comportamiento de algunos profesionales de la Sanidad madrileña, profesionales por decir algo porque no es la primera vez en que vemos como les importa bien poco la vida de los pacientes. Es la tercera vez que me llevo las manos a la cabeza por las barbaridades que leo. Todo empezó en la Huelga General del pasado 2012, yo tuve trato directo con varios Gerentes de Hospital y me confirmaron que varios médicos se habían saltado la regla “no escrita” de no hacer huelga en el servicio de Cirugía Oncológica, pues bien según me confirmaron desde la Consejería de Sanidad (solo aporto mi testimonio, si se me cree bien, sino pues poco más puedo hacer) hubo muertes a consecuencia de esa Huelga. Hubo pacientes que fueron operados con retraso y eso provocó un grave empeoramiento de su estado y la posterior muerte.
El segundo caso de comportamiento lamentable de algunos profesionales ocurrió con el accidente de la Delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes. Ingresada en la UCI del Hospital La Paz, enfermeros/as, médicos/as, auxiliares y demás se concentraron a escasos metros del muro de la UCI a gritar contra ella, a pedir que la “expulsaran” del Hospital. Ella luchando por su vida en una UCI y los que tenían que cuidarla haciendo manifestaciones increpándola.
Y ya el colmo ha sido con el caso del Ébola, de Teresa Romero y del perro Excálibur. El colmo porque he tenido que leer en facebook y twitter comentarios de enfermeras y auxiliares diciendo literalmente “ojalá se contagien los que mandan en el Hospital”, “ojalá que pille Ébola Ana Mato”, “deseo que sacrifiquen a la Ministra”, “el PP nos está asesinando” y así podría seguir…
Que un señor o señora que cobra para cuidarnos a todos se permita el lujo de decir en publico que le desea la muerte a un jefe o a “los del PP” refleja 3 cosas: que está mal de la cabeza y debería ser expulsada de la carrera sanitaria ya, que en España hemos perdido los valores y que los sindicatos están de campaña electoral.
Si mañana la Ministra Ana Mato tuviera que ingresar en un hospital publico ¿de verdad se podría quedar tranquila su familia? ¿de verdad tenemos que aguantar que haya malos profesionales que manchen una profesión tan digna y tan prestigiosa?. ¿Os imagináis un bombero diciendo que te va a quemar la casa? ¿O un policía diciendo que si te roban se dará la vuelta?…pues hay sanitarios que dicen en facebook y twitter que desean el contagio y la muerte de personas por ser de un partido político.
Acabo como empecé, deseando de corazón que esta pobre mujer (haya tenido la culpa o no, haya trabajado bien o no, que esas cosas son secundarias del todo ahora) se recupere y que todos los pacientes en revisión salgan cuanto antes sin mayores problemas.
Y a los profesionales,que sois la inmensa mayoría, que nos cuidáis independientemente del color de nuestra piel, de nuestra religión o de nuestras ideas políticas, GRACIAS.