Se acerca el tercer trimestre, se acerca el tiempo final y, tengo miedo. Antes de que el cansancio me abrace y el temor me haga más vulnerable aún, quiero pediros unas cositas:
Decirme que estoy guapa, incluso aunque no lo penséis y me veáis patosa, cambiada, hecha un tonel. Sed encantadores y decírmelo. En estos momentos, adoro esas mentiras y, las necesito como agua de mayo.
Estoy tranquila y un poco asustada, comprenderme. Una dulce agitación sube y baja por mi vientre, por mi cabeza. Me siento alegre y nostálgica a la vez. Titubeo. Hay tanto que os quisiera decir, que no se por donde empezar. Os necesito aunque parezca que os rechazo.
No llenéis mi cabeza de imágenes dulzonas de falsas expectativas, de ilusiones vanas. Aunque me paso los días soñando con mi bebé, camino sobre la tierra.
Mimarme sin excesivas concesiones. Necesito sentirme fuerte, independiente, vital. Repetirme de vez en cuando que estáis seguros que seré una buena madre, una gran madre que bordará su papel.
A pesar de mis ojeras, cara de cansancio y manchas de la piel quiero que me digáis que estoy radiante, guapísima, súper atractiva. Prefería no escuchar de vuestros labios eso de; deberías aprovechar para salir, ir al cine, viajar, vivir…todo. No me voy a enclaustrar. Pienso hacer todo eso y mucho más cuando nazca mi hijo.
Por favor no me contéis historias de espantos, ni habléis de finales tristes, ni partos desgarradores, ni nada que suene a pesimismo. Quiero ser optimista.
Respetar mi decisión de querer vivir un parto natural, en principio, sin reprochar mi opción. Aunque en el fondo, montones de dudas aún flotan sobre mi cabeza respecto a ponerme o no anestesia epidural. Llenar mis días de palabras alentadoras. Mostrar una infinita paciencia conmigo. Hay días que ni yo misma me entiendo. Saber que a vuestro lado las preocupaciones se vuelven pequeñas y yo un poco más valiente.
Apoyarme en mis decisiones aunque no las compartáis. Quiero dar lactancia materna a mi hijo por encima de todo pero, si las cosas no salen bien, por favor evitar la palabra fracaso.
Ofrecerme vuestra compañía como el mejor de los regalos, el placer sencillo y vital de la amistad. Vuestro tiempo, vuestra cercanía es lo más valioso que me podéis regalar.
Y si en algún momento algún gesto mío os duele, por favor perdonármelo. Este vaivén emocional de hormonas, ideas y sentimientos me tienen algunos días al borde de una ataque de nervios. Saber que os quiero, sois todo mi universo.
Las redes sociales son el mejor soporte emocional que puede tener una embarazada. Sentir que formas parte de una familia, un grupo de amigas o un colectivo profesional refuerza los sentimientos de cohesión social y autoestima. Y es que las relaciones sociales nos hacen fuertes y nos ayudan a mantener un sano equilibrio mental. Cierto. Quizás por eso, esta carta ficticia que perfectamente podía haber escrito yo hace años, se centra en el apoyo y en el afecto. Se ha demostrado que el apoyo emocional es la forma más poderosa y eficaz de apoyo que se puede dar a alguien en una situación de estrés, incertidumbre y cambio de roles. El embarazo, el gran cambio.
- http://www.eduardpunset.es/wp-content/uploads/2010/08/semanal20100829.pdf
- https://birthpsychology.com/journals/volume-24-issue-3/maternity-social-support#.U5H75vl_vT8
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