El Dr. Martin Luther King, ministro cristiano y activista Movimiento por los Derechos Civiles, describe las cuatro fases de toda campaña no violenta
(1) reunión de todos los datos necesarios para determinar que existen las justificaciones (2) negociación (3) purificación (4) acción directa
Carta desde la cárcel de Birmingham. Martin Luther King
Dr. Martin Luther King Jr., 16 de abril de 1963 [Respuesta a una carta pública elaborada por ocho religiosos de Alabama (Obispo C.C.J. Carpenter, Obispo Joseph A. Durick, Rabino Hilton L. Grafman, Obispo Paul Hardin, Obispo Holan B. Harmon, Reverendo George M. Murray, Reverendo Edward V. Ramage y Reverendo Earl Stallings]Queridos hermanos en el Señor, Estando confinado aquí, en la cárcel de Birmingham, he tenido la oportunidad de leer su reciente declaración calificando nuestras presentes acciones de "poco inteligentes y extemporáneas". Raras veces me detengo a contestar a las críticas dirigidas contra mi trabajo o mis ideas. Si respondiera a todas las críticas que llegan a mi mesa, a mis secretarias no les quedaría apenas tiempo en el día para otra cosa que no fuera ese tipo de correspondencia, y yo no tendría horas en el día para hacer ningún trabajo útil. Pero como creo que son ustedes hombres de auténtica bondad y que sus críticas están expresadas de forma sincera, quiero tratar de responder a su carta de una manera que confío en que sea razonable y paciente.
Creo que debería explicar por qué estoy aquí, en Birmingham, ya que puede que ustedes se hayan visto influidos por las opiniones que critican a los "agitadores forasteros" llegados a la ciudad. Tengo el honor de ser presidente de la Conferencia Sureña de Liderazgo Cristiano, una organización que opera en todos los estados del Sur y que tiene su sede en Atlanta, Georgia. Tenemos unas ochenta y cinco organizaciones afiliadas en todo el Sur y una de ellas es el Movimiento Cristiano de Alabama por los Derechos Humanos. Con frecuencia compartimos el personal y los recursos educativos y financieros con nuestras organizaciones afiliadas. Hace varios meses, nuestra organización afiliada en Birmingham nos pidió que estuviéramos preparados para participar en un programa de acción directa no violenta, en caso necesario. Nosotros accedimos sin dudarlo y, llegado el momento, hemos cumplido nuestro compromiso. De modo que estoy aquí, junto con varios de mis colaboradores, porque me han invitado. Estoy aquí porque tengo aquí vínculos organizativos.
Pero lo fundamental es que, si estoy en Birmingham, es porque aquí está la injusticia. Al igual que los profetas del siglo VIII a.C. dejaron su tierra y llevaron la palabra de Dios mucho más allá de los confines de sus pueblos de origen, y al igual que San Pablo dejó su ciudad de Tarso y llevó la palabra de Cristo hasta los confines del mundo greco-romano, yo también estoy impelido a llevar la palabra de la libertad más allá de mi ciudad. Como Pablo, debo responder constantemente a las peticiones de ayuda de los macedonios.
Además, soy consciente de las interrelaciones existentes entre todas las comunidades y estados. No puedo quedarme sentado en Atlanta y despreocuparme de lo que sucede en Birmingham, porque la injusticia cometida en cualquier lugar constituye una amenaza a la Justicia en todas partes. Estamos inmersos en una red indestructible de relaciones mutuas, atados a un mismo destino. Cualquier cosa que afecte a una persona de manera directa, afecta indirectamente a todos. Nunca más nos podremos permitir el vivir con la idea estrecha y provinciana de los "agitadores forasteros ". Ningún ciudadano de los Estados Unidos puede ser considerado nunca forastero en ningún punto del país.
Carta desde la cárcel de Birmingham.
Martin Luther King
En cualquier campaña civil no violenta existen cuatro fases: recopilación de información para determinar si existen injusticias; negociación; auto-purificación y acción directa. En Birmingham, hemos recorrido todos esos pasos. Creo que no hace falta recordar el hecho de que esta comunidad se encuentra enfangada en la injusticia racial: Birmingham es, probablemente, la ciudad más segregada de los Estados Unidos; su vergonzosa historia de brutalidad es bien conocida; los negros han sufrido un tratamiento terriblemente injusto en los tribunales; ha habido más atentados con bomba sin resolver, contra las iglesias y las viviendas de los negros en Birmingham, que en cualquier otra ciudad de los Estados Unidos. Estos son los hechos desnudos y terribles. En estas condiciones, los líderes negros trataron de negociar con los responsables municipales, pero estos rehusaron sistemáticamente entablar negociaciones de buena voluntad.
Entonces, el pasado mes de septiembre, se presentó la oportunidad de hablar con los líderes de la comunidad empresarial de Birmingham. En el curso de las negociaciones, los comerciantes realizaron ciertas promesas - por ejemplo, eliminar de las tiendas los humillantes carteles raciales. Aceptando estas promesas, el Reverendo Fred Shuttlesworth y los líderes del Movimiento Cristiano de Alabama por los Derechos Humanos aceptaron una moratoria de todas las manifestaciones. Pero, a medida que fueron pasando las semanas y los meses, nos dimos cuenta de que habíamos sido víctimas de una promesa incumplida. Unos pocos carteles que fueron retirados, volvieron enseguida a ser colocados; los carteles restantes nunca llegaron a ser eliminados.
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