Revista Cultura y Ocio

Cartas a palacio

Publicado el 14 abril 2014 por María A. Ayuso @MariaysuMundo

Resulta muy difícil ponerse a escribir una reseña después de haber leído un gran libro. Personalmente, antes de darle a las teclas, me gusta tomarme un tiempo para reposar lo leído, para atar algún cabo suelto o digerir el final. Con ‘Cartas a palacio’ no puedo hacerlo, no quiero que se me pase esta sensación que me invade desde que hace apenas unas horas leí la última página y cerré la novela. Jorge Díaz ha dado en el clavo con una historia que nos transporta a los primeros años del siglo XX, cuando comenzaba la Primera Guerra Mundial, cuando España se declaró neutral aunque no indiferente ante lo que pasaba fuera de nuestras fronteras…

Cartas a palacio

Portada de 'Cartas a palacio', de Jorge Díaz


‘Cartas a palacio’ comienza con una boda. O casi. Blanca Alerces, hija de marqueses, se va a casar con Carlos de la Era, un joven de bien del que se creía enamorada, hasta que llega al altar y se da cuenta de que pasar el resto de la vida con él no es el mejor plan. Pese al escándalo que se desata en la capital, Blanca consigue seguir más o menos con su vida y decide evolucionar y hacer nuevas cosas… El mundo está cambiando y el papel de la mujer en la sociedad debería hacerlo también. Mientras esto sucede, en Europa se desata el caos cuando el archiduque Francisco Fernando de Austria es asesinado (casi por casualidad) por Gavrilo Princip. La maquinaria se pone en marcha y el conflicto se sirve casi en bandeja de plata a aquellos que así lo deseaban… 
Mientras, en Madrid, Blanca comienza a dar clase de mecanografía con Elisa, su mejor amiga y la que en secreto ha estado siempre enamorada de Carlos de la Era. Manuel es el profesor, un revolucionario anarquista que vive escondido por un conflicto que tuvo y por el que le están buscando. Las malas noticias no cesan y Europa es un continente repleto de dolor, odio y muerte. Alfonso XIII decide hacer algo cuando una Navidad le llega, traspapelada, una carta de una niña francesa que busca a su hermano. Es cuando el rey pone en marcha dentro del Palacio Real la Oficina Pro- Cautivos. Álvaro Giner, mano derecha del monarca, hace funcionar la maquinaria y en menos de lo que esperan están leyendo y contestando cartas de gente que busca desesperadamente a sus familiares.   
Jean Marie Huguet y su mujer Carmen, Gonzalo (hermano de Elisa) y Frank, La Murciana, Beatriz, Carlos de la Era y Elisa, Luis, Marcos… Multitud de personajes dan vida a esta novela coral y en la que pasan tantas cosas, incluido el triángulo amoroso (uno de los ejes principales) que forman Manuel, Blanca y Álvaro.  
Es realmente imposible desmenuzar todo el argumento y tampoco sería justo porque es una novela en la que el lector se tiene que dejar sorprender por el argumento y por sus protagonistas que, como he dicho, son muchos y muy diferentes entre sí. Jorge Díaz va tejiendo una historia magnética que atrapa y en la que el lector más exigente caerá completamente rendido. 
La estructura de 'Cartas a palacio' me ha recordado a las Matrioskas, esas famosas muñecas rusas que se esconden una dentro de la otra, lo que ocurre con los capítulos de esta espléndida novela: un capítulo madre recoge todas las tramas y subtramas, a todos los personajes que conforman esta historia. Se nota que el autor viene del mundo de la televisión porque el ritmo es trepidante y los diálogos soberbios, siempre nos deja con ganas, de seguir disfrutando de una página más. 
Una de las cosas que más me ha gustado es la mezcla de ficción con hechos reales. Personalmente no conocía que de verdad existió esta Oficina Pro - Cautivos, ni mucho menos que fue una idea y empeño personal de rey Alfonso XIII. El marco histórico de la Primera Guerra Mundial me parece apasionante y es uno de mis periodos favoritos y me ha encantado descubrir que, aunque en la sombra, España desarrolló un papel humanitario con aquellos que necesitaban un mínimo de esperanza o, simplemente, enterrar a sus muertos. 
En este contexto, el autor plantea una trama maravillosa plagada de amor, odio, envidia, celos, amistad... Pasiones humanas de unos personajes desbordados por los acontecimientos que les tocó vivir. 
El triángulo Manuel - Blanca - Álvaro es el eje sobre el que se desarrollan las historias paralelas que conforman 'Cartas a palacio'. Son tres personajes de caracteres fuertes, diferentes pero complementarios, sobre todo Blanca Alerces que tendrá que sopesar y decidir qué es lo que quiere hacer con su vida. Los dos hombres llegan a su vida despertando en ella un torrente de sentimientos contradictorios y tendrá que escoger, aunque hasta el último momento no lo sabremos...Llegado a este punto os habréis dado cuenta de lo que me ha gustado esta lectura. Es de lo mejor que he leído en 2014 y eso es culpa del autor, por lo que cuenta y por como lo cuenta, porque el estilo también es importante para que una historia, un libro en este caso, llegue más o menos. Ayer, cuando terminaba de leer, sentí un vacío porque durante una semana he vivido y he llegado a sentir como lo hace Blanca. Para mí es un acierto que la novela tenga personajes buenos, regulares y algún malo malísimo, como lo es Carlos de la Era. Es otro acierto que la ciudad de Madrid se convierta en una protagonista más: el barrio de Las Injurias (en la zona del Manzanares), los palacetes de Castellana, el Palacio Real y la puerta del Parque del Retiro, lugares emblemáticos de la capital que he podido descubrir de nuevo gracias a esta magnífica narración. 
Solo me queda darle las GRACIAS a Jorge Díaz por haber escrito 'Cartas a palacio', por hacernos este regalo precisamente el año en el que el mundo conmemorará que hace cien años empezó la Primera Guerra Mundial, aquella que cambió el curso del siglo XX. Espero que la serie que van a hacer esté a la altura de la maravillosa novela.

Cartas a palacio

Jorge Díaz y servidora en la presentación de 'Cartas a Palacio'


Menos mal que me guardé la galleta que en la foto sostengo para redactar la reseña y saborear, una vez más, el final de esta historia. Imprescindible.

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