Yo la quise, estoy seguro,como se quiere despaciocuando se detiene el tiempoal atardecer un sábado.Me acuerdo que reposabahermosa entre mis dos brazos.Yo me recosté en su pechodesnudo, pero tan cálido.La quise, cuánto la quiseaquella tarde de sábado,aunque el recuerdo es tan fríocomo caliente fue el tacto.