A veces de una tragedia viene algo bonito, como esta casa que surgió de las cenizas de un incendio, inspirada en la antigua villa escandinava de los 70 que era, pero con un aire mucho más moderno.
No queremos ni imaginarnos la horrible experiencia que debe ser perder tu casa en un desastre natural o un incendio. Que tu hogar, tu espacio seguro, tus recuerdos y pertenencias desaparezcan en cuestión de minutos, debe ser algo espeluznante.
Pero como la vida sigue, imaginamos que ante tal desgracia hay que armarse de valor y fuerza y renacer creando otro espacio si cabe mejor del que teníamos.
Esa fue la experiencia de la familia dueña de esta casa, que con ayuda de una amiga arquitecta y recuperando muchas soluciones prácticas y funcionales que tenía la casa anterior, construyeron esta.
Se trata de una villa independiente de 200 m² con distribución completamente abierta en forma de T, con grandes ventanales, revestida tanto por fuera como por dentro de madera, en concreto el suelo de madera de roble macizo, las paredes de pino aceitado en blanco y el techo de pino natural.
El interior es maravilloso, puro nórdico, tan luminoso, abierto y aireado, casi podemos sentir el olor de toda esa madera clara escandinava maravillosa. El mobiliario está acorde con la arquitectura, piezas clásicas nórdicas de diseño limpio minimal, sin mas adorno que el propio material.
¿Qué os parece? ¿Os gusta? ¡feliz miércoles!
Vía: Hus & hem
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