¿De qué va?
Es una historia enmarañada digna de Dashiell Hammet: en plena segunda guerra mundial, la ciudad de Casablanca es la base para huir a Lisboa y de allí a los adorados Estados Unidos. Allí se juntan militares alemanes del Tercer Reich, húngaros en busca de visados, prefectos franceses corruptos, delincuentes de mucha y poca monta, italianos, checoslovacos líderes de la resistencia, noruegos... y todos pasan en algún momento por el Rick’s Cafe Américain, un bar y casino regentado por un americano cínico y desengañado.
La crítica
La dirección es perfecta? No, ni mucho menos, claro que Michael Curtiz tampoco lo tuvo nada fácil con los constantes cambios. Aún así, la película es contundente, tiene ritmo incluso en los pasajes más sobrios y la combinación de tantos actores de tanto renombre, cada uno con su ego y su hambre de pantalla, está muy bien ensamblada. Los actores estan sublimes? No, a excepción de Bogart, pero es que el papel está hecho a su medida y le bastaba con ser el caradura ligón de siempre, quizá un pelín más cínico y desencantado, para bordarlo. El resto... bueno... Ingrid Bergman empieza un poco sobreactuada, pero a medida que descubre lo que le pasará a su personaje y su historia le va cogiendo el tranquillo y se hace más creíble. El resto, un Paul Henreid inexpresivo, un Peter Lorre demasiado histriónico, un Claude Rains muy sobreactuado y un Conrad Veidt a quien su papel de oficial alemán no le permite lucirse mucho. Pero es que todas estas características son las que reclamaban los personajes a estos actores. El personaje de Ugarte interpretado por Peter Lorre, por ejemplo, necesita ser histriónico para ser poco empático y para entender el tipo de persona que es. En definitiva, todo el reparto está rayando la perfección gracias a sus imperfecciones. La música es magistral? No, pero la partitura de Max Steiner (autor de, entre otras, ‘Lo que el vineto se llevó’, ‘El delator’ o ‘La extraña pasajera’) es pegadiza y muy adecuada a cada momento. Además, las canciones de M. K. Jerome y Jack Scholl, sobretodo las interpretadas por Dooley Wilson en el papel de Sam (podría la frase “Tócala, Sam” ser la más repetida del cine con permiso de “Yo soy tu padre”???), son ligeras pero marcan muy bien el tempo de la historia y los estados de ánimo de los personajes. “As time goes by”, compuesta en el año 1931, once antes que la grabación del film, se convirtió casi en un himno después de esta película. La ambientación es acertada? Sí, pero sin ser nada del otro mundo, tampoco. La niebla de la escena final es el escenario perfecto a los diálogos y el ambiente humeante del café ayuda a entender el ritmo de vida y las tribulaciones de todos los personajes. No hay muchos escenarios más, la verdad, y son poco importantes, pero una vez más, sin conseguir un gran efecto todo está en su justa medida. Por ponerle algún pero, que hay que ser muy quisquilloso para ponerselo, diríamos que el blanco y negro es muy exagerado, con contrastes extremos entre los interiores y otros espacios, que algunos actores muy secundarios no están a la altura (léase, los personajes de Yvonne o Ferrari) y poca cosa más, la verdad. Porque como hemos dicho al principio, es una película harmoniosa en que, si bien no es la número uno en un aspecto concreto, la perfecta conjunción de todas sus partes crean al final un film redondísimo, con los ingredientes necesarios para ser un gran film. Si a todo esto le añadimos el carisma que Bogart aporta a un personaje ya de por sí magnífico, tenemos como resultado uno de los mejores largometrajes de la historia, a mi parecer a la altura de ‘El Padrino’, por encima de ‘Vertigo (De entre los muertos)’ y a años luz de ‘Ciudadano Kane’, uno de los mayores bodrios de la historia del cine, el mayor bluff del séptimo arte, al que pronto le dedicaremos una crítica entera, que bien la merece.
No sabría decir si es 'Casablanca' la mejor película de la
historia, o si es incluso una de las tres mejores. Lo que sí puedo decir es que
es un film imprescindible para entender el cine de los años 40 y todo el que ha
venido después, muy influenciado por esta 'Casablanca', ciudad que casi no
aparece en la película, pero que está presente como un personaje más. Aunque la
frase más recordada haga referencia a otra ciudad, y es que “siempre nos
quedará París”.
Información de más
- El film ganó tres premios Oscar: Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guión. Obtuvo además otras cinco nominaciones (Actor, actor de reparto, música, fotografía y montaje).
- En un principio el papel de Rick lo debía interpretar Ronald Reagan.
- En toda el metraje no se dice la frase “Tócala otra vez, Sam”
Quizá es la película con algunos de los diálogos más memorables y otros que aunque no son tan recordados son de una agudeza única:
“Detened a los sospechosos habituales”
“- ¿Donde estuviste anoche, Rick? + Hace mucho tiempo de eso. No me acuerdo”
“Sé que nunca tendré fuerzas para dejarte otra vez”
“- ¿Te veré esta noche? + Nunca hago planes con tanta antelación”
"Tócala, Sam. Si ella la pudo soportar yo también podré”
“- ¿Cuál es su nacionalidad, Rick? + Borracho”
“Siempre nos quedará París”
“Esto podría ser el inicio de una bella amistad” Nota final: 9 Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest
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