Revista Salud y Bienestar

Caso Agreal: Afectadas por el medicamento de Sanofi Aventis aún esperan Justicia

Por Miguel @MiguelJaraBlog

Estos días releo (y subrayo) el magnífico libro El caso Agreal (veraliprida), de los peritos médicos Antonio Piga y Teresa Alfonso Galán. Al tiempo en el Bufete Almodóvar & Jara-Bufete RAM por encargo de un numeroso grupo de afectadas revisamos casos aún no juzgados. Los citados peritos, muy comprometidos con la Verdad y la Justicia para las mujeres víctimas del medicamento fabricado por Sanofi Aventis, analizan los pormenores de los juicios en los que han participado.

Es cierto lo que opinan tanto ellos como las afectadas -organizadas en torno a la Asociación Agreal Luchadoras, en general no se ha hecho justicia con ellas, las indemnizaciones han sido escasas cuando no ridículas y de momento no se ha analizado la culpa del laboratorio comercializador del fármaco, que no ha respondido penalmente por unos hechos que lo señalan con claridad como instigador de los mismos.

Algunas claves para comprender el caso:

-El medicamento Agreal se retira del mercado en 2005, tras 22 años vendiéndose. Se recetaba para mujeres con sofocos durante la menopausia. Es un potente neuroléptico que puede destrozar el sistema nervioso, entre otros, de quienes lo toman durante mucho tiempo, como sucedió en buena parte de los casos y numerosas sentencias han reconocido.

-El fabricante, que por regla general posee toda la información científica de su producto, no dijo toda la verdad sobre el mismo a las autoridades sanitarias. Sobre todo a las españolas, a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), pues los prospectos de países vecinos como Portugal, Italia o Francia eran mucho más completos que el español.

-La AEMPS jugó un papel nefasto. Su farmacovigilancia falló estrepitosamente. Y sí, bueno, adelanto el tema de uno de los capítulos del serial que me he propuesto hacer en este blog sobre el caso Agreal, paradigmático de la fraudulenta comercialización de medicamentos peligrosos con gravísimos resultados: la dirección de la AEMPS actuó en connivencia con Sanofi Aventis, cosa que probaré con documentos, claro. Hoy, de momento, introducimos el caso.

-Entre las reacciones adversas más graves se encuentran las psiquiátricas pero incomprensiblemente en la mayor parte de los juicios celebrados hasta la fecha los jueces han pasado por alto este hecho y por ello, entre otros motivos, las indemnizaciones han sido bajas pese a que numerosos organismos sanitarios las reconocen, incluida la Agencia Europea de Medicamentos, máxima institución científica de la Unión Europea.

-Por increíble que parezca, este medicamento no poseía ficha técnica, que detalla a los profesionales las características del fármaco. Sólo había prospecto y lleno de irregularidades y “olvidos”.

-El asunto del prospecto es importante para entender porqué los médicos lo recetaron mucho y mal, causando los graves daños que aún hoy impresionan a cualquier persona de bien. Los profesionales sanitarios fueron inducidos a error por los intereses comerciales, aunque dicho sea de paso, no haya parecido importarles gran cosa.

-Hay que destacar también el papel de los peritos elegidos por el laboratorio fabricante para defenderse (no confundir con defender la verdad) en los juicios hasta ahora celebrados. Piga y Galán dedican un buen espacio de su libro a analizar sus actuaciones, tendentes a dilatar los procesos, obstaculizar la labor de la justicia e intentar confundir a los jueces. Sobre ellos también publicaremos.

Valgan pues estas líneas como adelanto de lo que iremos publicando durante próximas semanas en diferentes entregas. Os dejo aquí todo lo publicado en este blog que cite Agreal. Como veréis, Agreal es un caso paradigmático pero ni mucho menos único.


Volver a la Portada de Logo Paperblog