Revista Cocina
Se tiene poca costumbre doméstica de cocinar con castañas, salvo las formas más comunes de comerlas: asadas o cocidas en agua.
El otoño está aquí, y por las calles ya notamos el olor a castañas asadas. Aunque ya sabemos que las castañas tienen la mala fama de ser poco digestivas. Les recomendamos masticarlas despacio y, si se tiene el estómago delicado, es aconsejable cocerlas o asarlas antes que tomarlas crudas.
Podemos encontrar diferentes formas de consumirla, pero estos días se suelen comer asadas. Para asarlas, hay que hacer una raja en la piel para que no estallen.
Castañas Asadas, preparación:
Precalentar el horno a 200ºC mientras hacemos un corte a cada castaña para que no estallen en el horno. Es una incisión que debemos realizar del tamaño de una pequeña uña, lateralmente como si fuéramos a pelar una patata. El corte debe atravesar la piel exterior y la interior, pero apenas rozar el fruto. Procurar no arrancar la piel, solo un pequeño corte para que no se hinche y estalle. Colocadlas en la bandeja de horno sin apilar y hornéalas durante ½ hora.
La manera de conseguir pelar las castañas es pelándolas en caliente. Para conservarlas calientes unas pocas horas colocarlas en cucuruchos de papel de periódico.
Acompañadlas de un moscatel, resultaran deliciosas.