Revista España
Fue construido durante el siglo XIV por Yusuf I sobre un antiguo recinto fenicio que también contenía un faro que da nombre al cerro Gibralfaro.
El castillo fue objeto de un fuerte asedio por parte de los Reyes Católicos durante todo el verano de 1487. Tras el asedio, Fernando el Católico lo tomó como residencia, mientras que Isabel I de Castilla optó por vivir en la ciudad.
Actualmente, el castillo es visitable, y desde él se pueden observar unas magníficas vistas de la ciudad, de algunos montes de la cordillera del Rif (en África) y del Estrecho de Gibraltar.
Se haya situado en la parte más alta de la colina, de 130 metros de altura, donde se encuentra también la Alcazaba, unida a ésta por una doble fila de murallas rampantes.
Se trata de una fortaleza bien conservada con doble recinto, que en tiempos pasados contenía aljibes con los que poder mantener una guarnición de 5.000 hombres.
Debido a la generalización del uso de la artillería hubo necesidad de edificar esta fortaleza para proteger la Alcazaba, que quedaba indefensa desde los cerros que la dominan.
Cuenta con un Centro de Interpretación Histórica en su interior. Conserva pozos, hornos de pan y un antiguo polvorín.