
No es por contemplar los lienzos de muralla o la torre albarrana de este castillo que ya podemos ver desde la misma carretera. Es, simplemente, por disfrutar de un sendero tapizado de plantas aromáticas que nos ofrece una de las vistas más espectaculares que podemos tener desde este parque natural de Castellón. Un castillo que se encuentra a 444 metros de altitud y que nos invita a disfrutar de su recorrido y de su paisaje. Circulando por la carretera del Desierto de las Palmas nos van a llamar poderosamente la atención dos imágenes impregnadas de pasado, soledad y nostalgia. En un barranco vemos la silueta del primitivo monasterio carmelita. Sin palabras porque no encontramos descripción. Simplemente escalofriante.

Monasterio primitivo
Cautivador resulta este castillo a un lado del promontorio y aislado por uno de sus extremos. Una fortaleza montana que nos llama la atención por su envergadura ya que este tipo de edificaciones solía ser de dimensiones más reducidas al tener que adaptar sus muros al abrupto terreno. Montornés fue punto estratégico de dominio costero porque desde él existía una amplia panorámica de norte a sur. Con sus baluartes anclados en la montaña vigilaba tanto el trasiego marítimo como los movimientos que procedían del interior de las montañas por las que pasaba la Vía Augusta.
Castillo de Montornés
Una fortaleza que ya fue edificada por los musulmanessobre restos romanos y que, como muchas otras, tiene sus propias leyendas.
Y viendo el Cid Campeador que el castillo de Montornés se había convertido en una fortaleza muy difícil para conquistar ordenó a algunos de sus caballeros que reunieran en un cercado todas las cabras que los pastores tenían por aquellas tierras.
Llegada la noche y advertidas las tropas de sus intenciones colocaron en los cuernos de los animales unas telas a las que prendieron fuego.Las cabras, asustadas, comenzaron a correr sin rumbo fijo saltando por los riscos en dirección hacia el castillo.Cuando los vigías musulmanes vieron multitud de luces que se acercaban rápidamente y desde todas las direcciones dieron la voz de alarma. Se defendieron como pudieron lanzando piedras y flechas pensando que era un gran ejército que el Campeador había desplegado por toda la montaña. Seguramente las antorchas las llevaban para incendiar la fortaleza. Y mientras reinaba el desconcierto en el interior del castillo las tropas del Cid se apoderaban sin ninguna dificultad de la fortaleza obligando a los musulmanes a aceptar su derrota. Cuando el Campeador murió este castillo volvió a ser propiedad almorávide. Fue con Jaime I cuando pasó a manos cristianas definitivamente. En 1389 Castellón intentó hacerse con su propiedad pero debido a su alto precio le fue imposible hacer frente a esta compra. Comenzó su progresivo abandono.Ya deshabitado y derrumbándose, los habitantes de Castellón subían hasta aquí para desmantelar sus muros y edificar en la ciudad.

Monasterio de los Carmelitas Descalzos


Agujas de Santa Águeda, a la izquierda. Playa de Benicasim, Castellón
A partir de este momento comenzamos a girar a la izquierda siguiendo, muy de vez en cuando, algún cartel indicador de la ruta. Mucha concentración porque vamos a ir ascendiendo por un sendero en zig-zag que desaparece frecuentemente. Sorteamos matorral bajo y piedras sueltas. Nos guiamos por la torre albarrana para llegar hasta ella.





Resultan estas tierras del Desierto de las Palmas ricas en historia y apasionantes como pocas. Tierras exuberantes y sorprendentes donde se conjuga de forma armoniosa, historia, leyendas y naturaleza. Atractivos suficientes para atrapar al senderista, peregrino o viajero. Un escenario idóneo entre el pasado épico y espiritual de este paraje de Castellón que fue declarado Parque Natural en 1989.
El Desierto de las Palmas. ¿Lo vistamos?

El Desierto de las Palmas, paraje natural de soledad y silencio

Senderismo en el Desierto de las Palmas, el castillo de Miravet

