Portada del catálogo de la exposición,
realizada por Cesc
Debo agradecer a Miguel Gallardo que una vez me enseñara el catálogo de “Catalunya vista desde el exterior”. Una muestra organizada por el Banco Exterior de España en el año 1982 y en la que él participó. De no haber sido así, jamás me habría enterado de su existencia ya que entonces era una adolescente poco interesada en el cómic y la ilustración. Aunque sí leía algo, no iba más allá de los tebeos de Bruguera y de Astérix, por quien tenía un aprecio especial. Publicaciones como “El Víbora” y “Cairo” eran cosas que me quedaban lejos y por las que no me aficionaría hasta unos años después.
Anuncio para el Banco Experior de España (Mariscal)
Hablo de una Barcelona pre olímpica en la que los artífices del underground estaban en todas partes y dibujaban cómics a la vez que empezaban a trabajar en el campo de la ilustración. Un poco antes, en 1981, el Banco Exterior de España inauguraba una sala de exposiciones en su sede del Paseo de Gracia con una muestra sobre Goya y la Escuela realista catalana. Luego, meses después, sus responsables tuvieron la ocurrencia de juntar a 30 ilustradores y pedirles que dibujaran Barcelona, que era el lugar donde vivían y trabajaban. De ahí salió una exposición magnífica que me perdí. Suerte que existe el catálogo y que Gallardo me lo enseñó sabiendo que me iba a gustar, tanto por los artistas que participaron como por la visión que ellos daban de la ciudad.
"Fiesta privada en el Tibidabo" (Guillemot-Navares)
Era una Barcelona reinventada que aun no estaba masificada por el turismo y cuyos símbolos más evidentes eran utilizados irónicamente, como esa parodia de Picasso pintada por Gallardo (tan patoso que se metía el pincel en el ojo), aquél Colón resfriado ilustrado por Jordi Longaron o un hombre con la Sagrada Familia de Gaudí incrustada en plena cara, obra de Tex.
"Artista barcelonés" (Gallardo)
"Epidemia en Barcelona" (Jordi Longaron)
"Barcelona Boy" (Tex)
Martí Riera, en cambio, prefirió reproducir un atasco monumental en la Plaza Lesseps (curiosamente a todo color), mientras Toninho optaba por los marineros de la Sexta Flota Americana y Julio Vivas Sala rememoraba una sesión matinal en el Cine de la Avenida de la Luz. Un local que empezó proyectando películas de Disney en los años 40 y que acabo como Sala X, siendo su última proyección “El placer de las nalgas”, en noviembre de 1992.
"Plaza Lesseps" (Martí Riera)
"Marineros" (Toninho)
"Matinal" (Julio Vivas Sala)