Las causas del vértigo pueden ser variadas. Cuando somos pequeños, nuestros padres tratan de enseñarnos todo lo que ellos aprendieron, juegos, trucos, mañas, palabras; en fin, una serie de cosas que les agradaría que fueran parte de nuestra vida, así como fue en la de ellos.
Uno de los juegos que más recuerdo y que me costó un poco aprender, es el juego del trompo, ese rombo tallado perfectamente de madera, con una punta de metal, que al enrollarlo en un pabilo y luego soltarlo, giraba de forma permanente durante ciertos minutos. En competencias, solía ganar el trompo que más tiempo permanecía girando.
Ahora bien, imagínate sentir ese giro del trompo en tu día a día, tratar de fijar tu vista en objetos o personas y tener la sensación de que se mueven constantemente, causándote dolor de cabeza, mareos, fatiga, falta de audición, vomito, alucinaciones. Si te sientes identificado, déjame decirte que pasaste por un episodio de vértigo.
El vértigo generalmente se relaciona con una alteración del sistema vestibular, localizado dentro del oído interno y coordina nuestro equilibrio; puede durar horas o incluso días.
Los síntomas más comunes de este tipo de afección son:
- Pérdida de equilibrio
- Zumbido en los oídos
- Dificultad para enfocar
- Visión doble
- Dificultad para articular las palabras
- Parálisis facial
- Además de la sensación de que todo a tu alrededor está girando
- Cuando tengas un episodio de este tipo, trata de mantener la calma, cerrar los ojos, respirar y olvidarte de todo por un momento. Si estas levantado, siéntate rápidamente para evitar una caída.
¿Cuáles son las causas del vértigo?
La causa principal tiene que ver con las alteraciones en el oído y las conexiones en el cerebro: cualquier infección que se origine en el oído puede causar vértigo, así como también alguna falla en las conexiones nerviosas en nuestro cerebro. Traumatismos cerebrales, tumores fracturas en el cráneo, aumentan la aparición del vértigo.
La regulación anormal en la presión arterial: esto generalmente ocurre en las personas mayores que tratan de controlarla hipertensión, o alguna enfermedad cardíaca; consumen tantas medicinas a la vez, que en algunos casos les da una baja de tensión y se marean, dándole pie al vértigo.
El vértigo puede afectar las actividades diarias como conducir, caminar, hablar, o el desempeño laboral.
El vértigo no excluye a nadie, puede afectar a jóvenes y adultos sin distinción alguna. El primer paso es asistir al doctor para determinar en qué nivel se encuentra el vértigo y que lo está causando; de esta manera te indicara el tratamiento adecuado para poder combatirlo.
Ten presente que el oído es el órgano principal que permite mantenernos equilibrados, si algo comienza a fallar con él, nos sentiremos desorientados. Si el problema se va agravando, podemos llegar al punto de caernos y lesionarnos o fracturarnos.
¿Qué podemos hacer para prevenir el vértigo?
Como recomendación inicial podemos evitar movimientos rápidos con la cabeza, o posiciones incomodas. Minimizar el consumo de sustancias que pueden provocar alergia o estrés.
La sensación de que todo gire a tu alrededor no es nada agradable, puede que el episodio dure apenas unos escasos minutos, pero eso no indica que no se va a repetir, y que no sea algo grave. Es por ello que debes estar muy pendiente si comienzas con alguna molestia de las antes mencionadas.
El secreto en toda afección es atacarla a tiempo, si dejas correr el tiempo, la situación se puede agravar, y las soluciones minimizar.
Eres el dueño del trompo de tu vida, de ti depende tener el control o seguir girando sin parar alrededor de él.