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Las humedades por capilaridad son una de las patologías más habituales que aparecen en las viviendas.
Este tipo de humedades suelen producirse porque los materiales con los que está construida nuestra casa están en contacto con la tierra.
En épocas de lluvias intensas, el terreno no puede absorber toda el agua que producen las lluvias y es entonces cuando este exceso de agua comienza a subir por los capilares de los
muros. También pueden estar producidas por la presencia de aguas subterráneas.
El agua contiene sales minerales que ascienden en igual medida por los muros y cuando el agua se evapora las sales permanecen en los muros formando manchas de sal.
Estas manchas de sal son un indicativo muy claro de que nuestra vivienda está afectada por las humedades por capilaridad.
Ante la presencia de sales en paredes y muros, lo más recomendable es contactar con una empresa de humedades para que confirme, mediante un diagnóstico de humedades, que realmente se trata de este tipo de humedad y no de filtraciones de agua.
Estas sales minerales se cristalizan en las paredes y para eliminarlas es necesario evitar que el agua continúe ascendiendo a través de los poros de los materiales de construcción, ya sea piedra, mármol o ladrillos, de lo contrario continuarán provocando humedades hasta una altura aproximada de 1,5 metros.
Como consecuencia de las humedades por capilaridad observaremos también un fuerte olor a humedad y un ambiente muy cargado de humedad, así como paredes desconchadas y abombamiento de la pintura.
Un buen tratamiento de humedades aplicado por especialistas evitará este fenómeno y liberará su casa de las incómodas consecuencias de tener humedades en casa.