Estoy muy retrasada con el recuento de mi viaje al sur, pero volví de mis vacaciones y estuve trabajando sin parar. Voy a tratar de recordar lo que fue pasando para poder compartir mi maravillosa experiencia.
Aproveché la vigencia de Pre-viaje y no sólo compré pasajes y excursiones de manera anticipada, sino hoteles que, de otra manera, hubieran excedido mi presupuesto.
Todo empezó el día de reyes. Me desperté a las 2:40 porque los genios de Aerolíneas Argentinas me cambiaron de aeropuerto. Mi vuelo ya no salía de Aeroparque sino de Ezeiza. Y claro, todos los vuelos de cabotaje salen a las 6 de la mañana. Nuevamente usé el servicio de Cabify que me costó $1800. Más económico que un taxi común y, hasta ahora, siempre me tocó un buen servicio. Obviamente el aeropuerto estaba lleno de gente. Por suerte salimos puntuales a las 6:05 am.
Llegamos a Neuquén. Por el tema de la pandemia no estaba funcionando el colectivo del aeropuerto a la terminal así que no me quedó otra que un taxi. Lo terminé compartiendo con otra señora que también iba hacia la terminal así que pagamos $700 entre las dos. Era todavía muy temprano y el colectivo a Caviahue salía a las 13h. Aproveché a comprar pasajes que no había podido comprar online y dejé la valija en el guardaequipaje de la terminal (cuesta $300). A las 10 salí hacia el centro de la ciudad.
La terminal está lejos del centro de modo que tuve que tomar un colectivo. Funcionan con la tarjeta Sube. Tomé el 5 y me bajé en el Carrefour ya que quería comprar algunas cosas (como un alcohol en aerosol que no se puede cargar en el avión). Caminé un poco frente al Parque Central y al final almorcé un 1/4 de helado en Eletto ($530). Delicioso helado de tiramisú, chocotorta y pomelo. Hacía mucho calor para caminar y no me daba el tiempo para visitar algún museo. Preferí volver a la terminal con el 9. La verdad es que la «escala» se me hizo más corta de lo que pensaba. El colectivo de la empresa Rincón salió puntual hacia mi próximo destino. Lo malo es que no era el micro que yo había reservado meses atrás así que no tenía un asiento individual abajo. Igual como iba medio vacío me fui cambiando de lugar.
El viaje fue largo, con varias paradas. Cerca de Zapala se puso a diluviar. Finalmente llegamos a las 19h.
Caviahue no tiene terminal así que el micro nos dejó frente al lago, en la esquina de la Costanera (av. Quimey Có) y calle Del Lago. Del hotel me habían dicho que tomara un remise porque era lejos para ir con valijas, pero no había ningún remise o taxi a la vista. De hecho, NO HAY TAXIS EN CAVIAHUE. Me comuniqué con el hotel y ellos me pasaron el dato de un chofer (luego supe que era guía de turismo) que me pasó a buscar sin cobrarme.
Caviahue es hermoso, me gustó su aspecto un poco ¿rústico? con una sola calle asfaltada. Lago, desierto, cascadas, volcán y flores de montaña. Todo olía a flores. Me sentí en el paraíso. Espero que no arruinen el lugar. Me hospedé en el Aparthotel Melewe, en la zona residencial. Un sitio fantástico. Tenía mi propio departamento: dormitorio con un placard enorme, living con cocina completa, televisión con Direct TV, baño con bañera, vista a la cascada del caño. Todo perfecto y muy limpio (y me ahorré en comer afuera). Lo único fallido era el wifi, pero varios me dijeron que la conexión es mala en todo Caviahue.
Fui al supermercado El Pehuén que está a unas 10 cuadras, hacia el centro (no hay nada más cerca). Esa noche me preparé unos ñoquis con salsa. Estaba muerta así que comí, me duché y me acosté.
Ah, ¡El atardecer fue magnífico!
Al otro día me levanté muy temprano porque a las 8:15 me pasaban a buscar. Era mi primera excursión con Caviahue Tours. Fuimos a Copahue a buscar más gente y luego nos dirigimos al bellísimo Salto del Agrio. Te deja sin palabras. Como el río Agrio nace en el volcán Copahue sus aguas contienen minerales que le dan unos colores espectaculares.
De ahí fuimos a ver el antiguo hotel termal de la época de Perón (abandonado) y los restos de un proyecto de energía geotérmica (por vapor).
Fuimos a Caviahue y yo pasé al hotel a comer mientras los demás iban a un restaurant. Me hice hamburguesas con pan del desayuno (lo bueno es que si uno sale antes del horario del desayuno, te lo dejan igual en la habitación). Luego volví a encontrarme con un grupo con quien realicé un city tour. Fuimos al centro de ski, al mirador y a la chocolatería artesanal La dulce aldea donde probamos alfajores de chocolate y frambuesa (muy ricos).
Parte del grupo volvió a Copahue. Los demás hicimos la caminata de las cuatro Cascadas del Agrio (una más linda que la otra): Cascada del Basalto (similar a los Prismas basálticos que vi en México, Santa María Regla (no sabía que existía algo similar en Argentina), Cascada Cabellera de la Virgen, Cascada de la Culebra, Cascada del Gigante. Es un trekking ida y vuelta de 2600 mts. No hace falta ir con guía. Lo único que si uno va sin auto tiene que caminar hasta la entrada del sitio, a unas 10 cuadras del centro de Caviahue, camino a la ruta hacia Neuquén capital.
Después hicimos el ascenso hasta la Laguna Escondida donde metí los pies en el agua y vi el atardecer sobre el pueblo. Hermosa vista panorámica. Se trata de un lugar tranquilo y recomendable para hacer. No es necesario ir con guía aunque ayuda en la parte más empinada.
Regresé agotada al hotel así que comí simplemente una lata de ensalada de atún y lo que quedaba del desayuno.
Afortunadamente al día siguiente pude descansar. Me levanté más tarde, desayuné tranquila y fui al supermercado. La excursión de trekking fue por la tarde. El guía, Fernando, me pasó a buscar y fuimos hasta Copahue. Ahí dejamos la camioneta y caminamos hacia el hito 5 que divide Argentina de Chile. Un camino de ensueño entre flores de montaña y hielos y lagunas lejanas. Llegamos al hito y pasamos a Chile. Sí, a Chile. Entramos a la quebrada del Copahue a la vera de un arroyo que se convierte en el río Queuco y llegamos a un impresionante escorial de lava que se extiende kilómetros y kilómetros. Sin palabras.
Volvimos. En el hotel me preparé unos ravioles con la salsa que me quedaba del primer día. Todo producto del supermercado.
9/1. Me levanté bien temprano ya que sería un día duro. Iba a hacer el ascenso al volcán Copahue, un volcán en actividad de más de 2900 mts. Su última erupción fue en 2012. Salimos en varios autos y camionetas hacia el volcán. Paramos en la base. No son muchos kilómetros, pero al ser empinados se hace complicado y no soy buena para ascender, aún con palos de trekking. Enseguida me quedo sin aire así que siempre termino a la zaga. Soy muy lenta. Cruzamos arroyos y seguimos subiendo. Sin embargo, lo más complejo llegaría al final: un arenal de piedra volcánica con mucha pendiente.
Hubo una mujer que se tuvo que quedar porque le agarró vértigo. A mí la vista me fascinaba, pero sentía que no avanzaba porque a cada paso me hundía en la arena. Me parecía imposible llegar. Fui la última en alcanzar la cima (imaginen subir por una duna empinada). Arriba me inundaron las emanaciones tóxicas de las fumarolas. Eso no quitó ni un ápice a la belleza del cráter y su laguna glaciaria. Sí, hay un glaciar en el volcán. Una cascada de deshielo marca el inicio del río Agrio.
Nos protegimos detrás de unas rocas de los vapores del volcán y descansamos un rato admirando la vista de las lagunas mellizas y la inmensidad sin nombre.
El descenso tampoco fue fácil en la parte del arenal ya que me resbalaba. Algunos se deslizaban como de un tobogán, pero yo no quería quebrarme nada. Y la altura era considerable.
De vuelta en el hotel me di un baño de inmersión y fui a la costa del lago a ver el atardecer. Los mejores crepúsculos de todas las vacaciones: rosados, perfectos. Compré empanadas en Lo de Naty ($120 cada una). Muy sabrosas.
Después de un día tan exigente, decidí levantarme tarde. Desayuné. Recorrí el pueblo, almorcé los ravioles que sobraron y esperé el comienzo de mi última excursión. Me pasó a buscar una guía distinta a las 15:30. Fuimos en auto al sendero donde empieza el trekking al Puente de Piedra (frente a la comunidad mapuche). El acceso está a 7,3 km de Caviahue por la ruta 26. Pueden acercarse con el colectivo que va a Neuquén, y ver de hacer dedo o caminar. Del acceso al Puente no recuerdo cuántos kilómetros son. No es mucho. Hermoso paisaje. Caminamos bordeando el lago, junto a unos riscos de piedra que parecían sacados del santuario de Luke Skywalker (Skellig Michael). La playa naranja-turquesa y las rocas erosionadas formando cuevas y grietas y arcos. En el medio, los chivos de la comunidad mapuche entre las piedras y el agua.
Llegamos al puente y nos sentamos un rato sobre él. El lugar es impresionante. A la salida pasamos a visitar a la comunidad mapuche que vendía tejidos de lana y huevos frescos.
Volví al hotel y más tarde salí a ver si podía llegar a la Cascada del Caño, la cascada que veía desde mi habitación. No encontré el sendero, pero una pareja tucumana me preguntó cómo llegar a la Cascada Escondida y, como yo me había fijado antes cómo ir (como posibilidad), me invitaron a acompañarlos y me llevaron en auto.
El sendero «Los más Norteños» a la Cascada Escondida se encuentra yendo hacia el Hotel Farallón, hacia la derecha, a unos 2km del centro de Caviahue. La cartelería de entrada al sendero no es clara, pero llegamos. Es un recorrido breve (600 m) y al final hay una cascada delgada, pero muy alta… y mucha gente tomando mate en las rocas. Me llevaron de regreso y disfruté del anochecer en la costa.
Era el final de mi estadía en Caviahue, pero mi viaje continuaría más al sur.
DATOS:
- Si no hay nadie en la oficina de guardaequipaje de la terminal de Neuquén, llamen al Whatsapp que hay anotado en la ventana o pregunten a alguna persona de limpieza.
- No fui a las termas de Copahue. No me seducen los complejos termales. No es caro si sólo van a bañarse. La consulta médica salía $400 y la laguna del chancho $400 (la laguna verde era gratis). Ya fangoterapia, masoterapia y estética aumentaban el costo.
- Otros alojamientos en Caviahue: hostel Hebe’s House, Hotel Lago Caviahue, Hostería del Sauquén (esta última hubiera sido mi opción de no existir previaje).
- Se puede ir a Copahue en una combi de Alto Limay Viajes: en enero había tres horarios. Uno por la mañana y dos por la tarde. Costaba $500. No pongo los horarios porque los van modificando.
- Hay muchos sitios desde donde hacer trekking y gratis (falta un poco más de cartelería, ese es el mayor problema): las Cascadas del río Agrio, Laguna Escondida, hito fronterizo y Escorial, Cascada Escondida, Puente de Piedra.
- Pueden hacer trekking con guía. Josefina es quien me guió a Puente de Piedra.
- Se puede hacer una navegación por el lago Caviahue hasta el Puente de Piedra, el problema para mí era que había que formar grupo y el paseo era costoso para lo poco que duraba. Tel: 011-41564004/ 2942-402035. También alquilaban kayaks.
- PENDIENTE: Riscos bayos.