Holi! Ya di esta receta hace mucho pero el tiempo pasa, uno madura, evoluciona y perfecciona las recetas, así que aquí la dejo en la web, para que dure mucho tiempo y puedas entrar a buscarla cuando quieras sin necesidad de hacer scroll. Personalmente, el cazón era una de las pocas cosas hechas a base de peces que me gustaban antes de dejar de comérmelos, eso y los calamares, pero hablaremos de eso otro día. Esta es una receta de la que no puedes cansarte, igual que la tortilla de espaguetis o la sobrasada crudivegana.
Esta receta es súper fácil, apta para torpes y #glutenfree, como nos gustan. Eso sí, hay que freír, y freír mancha, pero bueno, lo mismo que cuando quieres patata fritas, no queda otra opción. Si tienes una freidora, adelante. Yo prefiero no tenerla porque es posible que me alimentara a base de patatas fritas y croquetas prefabricadas, aunque si digo la verdad, llevo tiempo queriendo tener una freidora de aire, me han hablado maravillas de algunos modelos concretos.
Ingredientes para hacer cazón vegano
- 1 Bloque de tofu de alguna tienda asiática
- Mazo de vinagre
- Mazo de limón
- Pimentón, orégano, comino
- Un par de ajos o así
- Pan rallado o Harina de garbanzo
Por supuesto, quiero empezar diciendo que el pan rallado puede ser sin gluten o del que quieras, no hay problemas con eso. El tofu en este caso, es de una tienda asiática, uso este porque a pesar de que pone en el envase ¨duro¨ en realidad no es tan duro, es más blando que el que se comercializa aquí normalmente sin llegar a ser ¨sedoso. Su textura es muy guay para esta receta, aunque puedes usar el que quieras, excepto el sedoso, que se te va a deshacer fijo.
Yo normalmente corto un bloque entero, porque ya que me pongo a marinar, pues marino bastante y así optimizo el tiempo. Puedes cortarlo como quieras, yo hago bastones de 2x2cm más o menos, pero la verdad es que no los mido. Una vez cortados, mételos a un tupper donde quepan, agarra la botella de vinagre y empieza a echar ahí hasta que estén casi cubiertos, luego llena de zumo de limón hasta que no asomen. Yo lo hago así porque soy un tipo duro y me gustan los sabores fuertes, pero puedes rebajarlo con agua si crees que te va a dar una sobredosis de vinagre.
Ahora es el momento de meter las especias, no tengas miedo a pasarte porque nunca hay suficiente cantidad de especias. Echa orégano, comino y pimentón como si fueran gratis, luego corta un par de ajos y échalos también. Un truco para el tema de los ajos es pelarlos, aplastarlos con un cuchillo y una vez hecho eso, ya los cortas como puedas, le darán más sabor a la mezcla.
Una vez que esté todo dentro, pon la tapa al tupper y agita mientras mueves el culo, tiene que quedar todo bien mezclado. Ahora llega el momento de la paciencia, ponlo al fondo de la nevera para que no tengas tentaciones y déjalo mínimo 24 horas marinando para que coja bien de sabor. Cierto es que alguna vez lo he escondido tanto que luego se me ha olvidado y me lo he comido 4 días después y todo bien, no temas. Yo creo que dos días es lo perfecto, ni pa ti ni pa mi.
Cuando llegue el momento de ir a cocinarlo, escurre todo con un escurridor, nos interesa la parte sólida. Ahora viene el truco para rebozar sin mancharte: Deja bien seco el mismo tupper donde habías marinado las cosas y mete dentro pan rallado, harina de garbanzo o lo que vayas a usar, añade el tofu escurrido, pon la tapa y agita de nuevo. Así es como se reboza en mi casa, o ptimizando y sin manchar. De nada.
Lo siguiente es freírlo en abundante aceite, el tiempo depende de ti, a mi me gusta que queden doraditos y crujientes. Puedes acompañar esta receta con una veganesa, vas a flipar loki, de verdad. También puedes hacer este mismo proceso con calabacín, yo lo he hecho alguna vez y queda muy rico, absorbe muy bien los sabores y la textura también es súper guay.
Espero que te guste mucho, que la hagas y que te sobre para invitar a las vecinas. Muak!