Es curioso que el origen de la celebración del cumpleaños, que en su día fuera prohibido por la Iglesia por ser un ritual pagano, sea hoy en día la celebración cristiana más importante de todo el año. Como bien es sabido, a la Iglesia siempre la ha gustado asignar sus propias fiestas en días señalados en antiguas religiones, para facilitar así el "transito" de creencias en los conversos.
La asignación del día 25 de diciembre está claramente enfocado a permitir a los paganos seguir celebrando algo en esas fechas, así los que antes celebraban el solsticio de invierno, ahora podían seguir celebrando algo, en este caso el aniversario del nacimiento de su nuevo dios.
Los festejos para celebrar el cumpleaños vienen de lejos, sobre todo en ricos y grandes señores, ya que tenemos evidencias de civilizaciones tan antiguas como la egipcia, donde los faraones lo celebraban por todo lo alto, incluso paralizando la actividad comercial para que todos los ciudadanos pudiesen celebrarlo con el. En la antigua Roma y Grecia los ricos también preparaban grandes banquetes y actividades para conmemorar dicho día.
Muchos de los ritos paganos relacionados con la celebración del cumpleaños se realizaban para proteger al homenajeado de los malos espíritus, colocando velas en la estancia y de ahí se cree que viene la tradición de poner las velas alrededor de las tartas hoy en día. También se repartían regalos y se homenajeaba al que cumplía años, ya que en tiempos pasados la supervivencia no era tan fácil como hoy en día, y esto era motivo de celebración más que suficiente.
Como veis, la fiesta de cumpleaños no es un invento reciente ni mucho menos. Y en el fondo, tampoco ha cambiado tanto con los años, ya que la esencia se mantiene... celebrar y estar con los tuyos, recibir regalos y, en definitiva, pasar un buen día.
Así que ya sabes, si hoy es tu cumpleaños, felicidades y celébralo, que es una tradición milenaria, quizá una de las más antiguas y universales, pero sobre todo disfrútalo, que sólo se cumplen esos años una vez en la vida.