Cualquiera pensaría que esta tarta es una venganza, pero de verdad de verdad que no lo es. Es una petición que recibí antes de hacer la de Troya, de hecho hasta hice boceto, que mira que no tengo yo costumbre, pero quería que la persona que me la pidió se hiciera una idea de lo que tenía en mente, así que para los mal pensados hay hasta un WhatsApp de testigo.
Pero ya puestos, pues sí, así se hace una tarta de graduación"como está mandao"...jajaja
Este año me he vuelto a quedar sin tarta de cumpleaños, pero está justificadísimo, Como os he dicho recibí esta petición (porque es eso, más que un encargo), para hacerle esta tarta a los profes de nuestros niños. Ya se nos gradúan de Primaria, así que las mamis querían despedirse en condiciones. Carmen (otra mamá) se ha encargado de prepararles unos libros estupendos con fotos y dedicatorias de nuestros hijos, será un recuerdo precioso que podrán guardar siempre.
Y yo, pues qué iba a hacer, pues estaba claro, una tarta. Me pareció que lo ideal es que estuvieran representados todos los chicos, y que teniendo en cuenta que es su último año en Primaria, quedara bien escenificada su graduación, cómo, pues con el banderín que recibieron cuando tuvo lugar la ceremonia. Ya después me pareció que los profes no podían faltar, tal y como me sugirió mi hijo, y ahí que están, D. Fernando con su casco, como cuando llega cada día al cole y las asignaturas que imparte, y D. Alejandro con sus asignaturas también, con esa flauta que ha hecho que durante un par de años hayamos sufrido de contaminación acústica en casa los padres, y claro con su tablet, esa que lleva a todos lados.
Cuando ayer la pudieron ver las madres en el chat, hicieron que me sonrojara diciendo unas cosas preciosas, y recordé el mismo día de la graduación, cuando los chicos me nombraron en su discurso como la mamá estrella de las tartas, teníais que haberme visto, porque me puse roja roja roja y me hundí en la silla (y eso que no era blanda). Pero pasada la vergüenza me encantó que me recordaran en esa ocasión tan importante, es la señal indiscutible de que he debido endulzar muchos momentos, y eso reconforta muchísimo.
Y es que no hace falta andar postureando aquí y allá en el colegio, queriendo aparentar y buscando empaque, basta con estar cuando es el momento con el detalle indicado.
Por desgracia lo del postureo está a la orden del día, hay quien prefiere que se le vea mucho, y si puede ser al lado de alguien que le dé presencia al momento. Y a mí la verdad es que eso no me va mucho, prefiero darle el protagonismo a quienes lo merecen y quedarme donde creo que debo estar, sin robarle el momento a nadie.
No es que me crea mejor nadie, en absoluto, pero no me gusta hacer lo que me provoca desprecio, Esas personas que necesitan ser el centro de atención constantemente me ponen de muy mal humor, les encanta robarles esos instantes a los demás.
La receta está escogida a conciencia, a los chicos les suele encantar el chocolate y al menos sabía de la debilidad de uno de los profes por los brownies, este bizcocho no lo es exactamente pero tiene ese toque húmedo y cremoso y me pareció que tendría la consistencia que yo buscaba, y creo que no me he equivocado nada, quedaron un par de bizcochos que no incluí en la tarta y mis hijos los han devorado, hasta mi marido que anda a dieta ha sucumbido, un poquito chico, pero ha claudicado...jajaja
Ingredientes:
* 250 gr. de mantequilla sin sal.
* 600 gr. de azúcar fina (caster sugar).
* 3 huevos grandes.
* 470 gr. de harina.
* 140 gr. de cacao en polvo.
* 2 cucharaditas de bicarbonato sódico.
* 1/2 cucharadita de sal.
* 375 ml. de suero de leche (buttermilk).
* 1 cucharadita de extracto de vainilla.
* 375 ml. de agua hervida.
Preparación:
- Precalentamos el horno a 170 ºC, y engrasamos el molde o moldes que vayamos a utilizar,
- En el vaso de la batidora, batimos la mantequilla y el azúcar juntos a velocidad media-rápida hasta que nos quede una mezcla ligera y esponjosa (unos 3 minutos).
- Añadimos los huevos, uno a uno, batiendo bien entre ellos y asegurándonos de que queden bien integrados (si os quedan restos en los lados del vaso hay que arrastrarlos hacia abajo, para que nos quede una masa homogénea).
- En un bol tamizamos juntos la harina, el cacao, el bicarbonato sódico y la sal.
- En otro bol mezclamos el suero de leche con el extracto de vainilla.
- Añadimos la mezcla seca a la de mantequilla en 3 veces, alternando con la mezcla del suero de leche, a velocidad media, como siempre, debe quedar bien integrado entre las adiciones.
- Ahora a velocidad baja vamos agregando el agua recién hervida hasta que nos quede una mezcla uniforme.
- Vertemos en los moldes a cantidades iguales y metemos en el horno entre 35-45 minutos. Como queda algo húmedo el palillo no nos va a salir limpio del todo, nos basta que al tocar suavemente la superficie, lo que se hunda vuelva a su lugar.
Les pedí a las madres ayer que no se la enseñaran a los chicos, a mi no me ha quedado más remedio que la vea mi hijo, pero tenía ganas de que el resto al menos hoy se llevaran la sorpresa junto con sus profes. Se trataba sólo de eso, de que se divirtieran un rato, de que compartieran el pastel y de que recuerden la ocasión para siempre.
Y así ha sido, yo lo he vivido desde la secretaría, esperando para hacer alguna fotilla desde la ventana que tiene la puerta de la clase para poder enviarla al chat de madres. El profe que nos ha ayudado a organizarlo, D. Fernando, se lo ha currado mucho para evitar que alguno la viera antes de tiempo. Era para ver a los chicos excitadísimos y emocionados por la tarta y por dar la sorpresa a los profes.
Cuando han entrado, los chicos los han recibido con un gran aplauso y ellos entre sorprendidos y emocionados se han acercado a ver los regalos, hasta echándose alguno las manos a la cabeza. Así es como tenía que ser, y así ha sido.
Y hoy nadie me va a robar mi momento, es mi cumpleeee!!!! 41 añitos de nada, y aunque no tenga ni tarta, digo yo que alguna velita soplaré. Gracias a todos los que me habéis felicitado hoy, no para de sonar mi móvil todo el rato recibiendo palabras bonitas, ya sea por WhatsApp, Messenger, Facebook, Twitter o llamadas.
Gracias, de verdad. Tengo una sonrisa en la cara que no se me va a borrar en todo el día, Además me han regalado mis chicos el molde cuadrado de Nordic Ware, hoy imposible estrenarlo, pero en cuanto pueda allá que voy de cabeza, ya os enseñaré. Muchos besotes a todos.