Revista Psicología

Celos (Parte I)

Por Centro Psiconet

Sufrir celos de forma moderada es una respuesta emocional normal pero, sentirlos de manera exagerada y descontrolada lo convierten en algo patológico. Esto es señal de que a nivel psicológico hay algo que no va bien. Pero, ¿sabemos por qué sentimos celos?, ¿qué podemos hacer para superarlos?

Los celos son emociones que funcionan como un mecanismo de defensa por medio del cual las personas garantizan la permanencia de su pareja y protegen la relación de actuales o potenciales intromisiones. La percepción, sensación o fantasía de que tal amenaza existe puede llevar a que la persona tome acciones encaminadas a eliminarla o disminuirla. Las medidas que se pueden generar a partir de los celos varían en un amplio rango que va desde ejercer vigilancia sobre la pareja buscando signos probables de que el otro ha establecido una relación paralela, hasta las demostraciones crudas de violencia. La rabia, tristeza y humillación, sensaciones también relacionadas con los celos, motivan un comportamiento que típicamente busca el alejamiento del tercero o la prevención de que la pareja abandone la actual relación.

Los celos patológicos presentan manifestaciones clínicas en varios niveles: en el plano emocional es frecuente la ansiedad y/o agresividad; en el nivel cognitivo, los pensamientos intrusivos relacionados con la infidelidad; y, en el nivel conductual, las demandas de seguridad o rituales compulsivos con el objeto de controlar a la pareja.

Celos (Parte I)

¿Por qué unas personas presentan más celos que otras?

  1. Falta de confianza en uno mismo: las personas inseguras muchas veces no se sienten merecedoras del amor de su pareja y esto les lleva a desconfiar de la sinceridad y cariño del otro. Siempre están pensando en que en cualquier momento su pareja puede conocer a alguien más atractivo y tienen miedo a que descubra lo poco que vale en realidad.
  2. Experiencias familiares: Es probable que una persona que haya presenciado escenas de celos en sus padres tenga más predisposición a ser celoso que otra cuyos padres se sentían seguros el uno del otro.
  3. Experiencias vividas: las personas que han sido traicionadas alguna vez por alguien en quien confiaban es más probable que posteriormente desarrollen una personalidad celosa.
  4. Trastornos psicológicos: las personalidades paranoides, narcisistas e histriónicas tienen una gran tendencia a desconfiar continuamente de los demás y por consiguiente a desarrollar una celotipia.

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