Cuando hablamos de celos todo el mundo tiene en mente el concepto de pareja e infidelidad. Sin embargo, los celos afectan en más facetas de nuestras vidas, trayendo grandes aprendizajes.
¿Qué son los celos?
Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE), se podrían definir los celos como: “Sospecha, inquietud y recelo de que la persona amada haya mudado o mude su cariño, poniéndolo en otra”.
Los celos son, por tanto, una respuesta emocional basada en el miedo y pérdida de amor que la mayoría asocian a la pareja. Sin embargo, es común sentir celos entre familiares, amigos, hermanos… Afecta por igual tanto a hombres como a mujeres aunque no se despierten los mismos pensamientos entorno a los celos.
Los hombres suelen experimentar los celos a través de emociones relativas al enfado con expresiones como la rabia o incluso furia. Las mujeres por otro lado, viven los celos desde la sensación de rechazo y abandono. Viven por lo tanto los celos enfocados hacia la tristeza en vez del enfado. Sin embargo, la expresión emocional de los celos siempre van a depender de uno mismo. Pudiendo, independiente de si hombre o mujer, experimentar rabia, tristeza o ambas.
Tipos de celos
Actualmente se podría decir que existen tres tipos de celos: Comparativos; de Relación y los Patológicos.
Celos comparativos
En este tipo de celos cabe destacar la comparación de los logros personales con los de otras personas.
Se suele confundir este tipo de celos con la envidia, de la que hablaré en otro post. La problemática de estos celos reside en que hayan escogido a otra persona antes que a uno mismo.
Es bastante común en ambientes laborales o incluso de estudios. Cuando se escoge a una persona para un ascenso laboral antes que a nosotros, es posible que experimentemos celos y sintamos que no somos lo suficientemente buenos.
Celos de relación
Cuando hablamos de este tipo de celos hablamos específicamente de celos enfocados a los vínculos más personales: familia, amigos y pareja.
Se producen cuando creemos que otras personas tienen más facilidad para cubrir las necesidades de la persona con la que tenemos un vínculo. A mayores también es posible resaltar como nuestra autoestima tiende a disminuir y aparecen miedos a la soledad y abandono.
El caso más común son los celos o bien entre hermanos o bien entre padres y bebés recién nacidos, compitiendo por la atención de la madre, así como en parejas.
Celos patológicos
Finalmente, este tipo de celos es realmente preocupante.
Sucede cuando se traspasan los límites de la normalidad convirtiéndose en patológicos. Es decir, que condicionan el día a día de quien los experimenta.
Personas con este tipo de celos suelen coincidir en perfiles de maltrato. Donde los celos desencadenan episodios traumáticos y no deseados. Es común que en estos casos la persona se justifique en que se quiere en exceso a la otra persona. Siendo un buen caso de amor malentendido.
Se recomienda encarecidamente la terapia de pareja psicológica urgente. Pudiendo, de no tratarse, derivar en problemas serios como la depresión, rabia generalizada o ansiedad.
Finalidad de los celos
Positiva
Los celos no deben suprimirse, pueden tener su función positiva si son bien entendidos.
Es decir, si gracias a la aparición de una tercera persona nos damos cuenta de que hemos descuidado una relación, los celos pueden servir para ‘activar’ soluciones.
Si somos conscientes de que una persona podría no estar sintiéndose apoyada o incluso que no le hacemos el caso suficiente, esos celos podrían manifestar las necesidades del otro y la importancia que esa persona tiene para ti en realidad.
También los celos pueden resaltar tu baja autoestima y la necesidad de trabajar en ti mismo para fortalecer el amor propio.
Negativa
No obstante, cuando los celos nos provocan una carga emocional demasiado desmedida e inaguantable, ya hemos sobrepasado la intención positiva de la emoción en sí misma.
Esto nos puede llevar a comportamientos obsesivos como optar por vigilar a nuestra pareja/familiar o amigo y tener muy presente que esa persona nos va a ‘abandonar’.
Precisamente es la idea del abandono lo que causa tanto dolor en los celos. Cediéndole a esa persona que consideramos ‘nuestra’ la capacidad de abandonarnos, sin ser conscientes de que las personas no nos pertenecen.
Esto lleva consigo la idea de que cuando establecemos relaciones ya sean de pareja, amistad o familia y amor de por medio, existe la posibilidad de que los vínculos se rompan. El amor consiste precisamente en eso, en crear vínculos que con la entrega de ambas personas elijan libremente seguir apoyándose mutuamente, sabiendo que son prescindibles.
Síntomas de los celos
Si crees que puedes estar experimentando celos o que alguien te tenga celos pero no lo tienes claro, estas son las señales principales:
Obsesión y distorsión de los pensamientos
Cuando una persona se ‘obsesiona’ contigo, quiere saber donde estás, a donde vas, qué haces… empieza a sospechar.
A veces se pueden buscar mensajes de texto, olores o marcas en la ropa que demuestren sus miedos.
En muchas circunstancias, estas persona pueden distorsionar los pensamientos creyendo ver infidelidades o motivos en cada movimiento, palabra o gesto que se haga.
Esta persona puede estar celosa y desde luego, debes marcar los límites de hasta donde decides permitir.
Comparación
Una persona celosa de alguien concreto estará constantemente resaltando lo que la otra persona hace bien con reproches, malos modos y quejas.
Si estás experimentando este tipo de circunstancia donde se pone de manifiesto todo el tiempo que pasas con otra persona y no con quien tienes un vínculo, estás delante de una persona celosa.
Desconfianza
Si una persona con la que tienes un vínculo empieza a dar señales de desconfianza, no se cree nada de lo que dices e incluso manifiesta que no se fía de las intenciones de las personas de tu entorno hacia ti, está experimentando celos.
Posesión
Cuando se empiezan a hacer latentes comentarios o gestos de desaprobación sobre hacer actividades sin esa persona, quiere que estés constantemente a su lado o incluso si te arreglas o maquillas para un plan que es sin esa persona y se enfada, tienes delante de ti a una persona celosa.
Rechazo
Cuando la sensación de celos es demasiado elevada, la confianza ya se ha prácticamente disuelto.
En estos casos se suele humillar, criticar e incluso rechazar a la persona que queremos porque en nuestra historia mental nos está humillando y dañando.
Se busca también hacer esto delante de más gente por si el motivo es alguna de las personas que están delante. O para que en caso de confirmación de las sospechas su imagen no quede deteriorada aunque nada tenga que ver con él/ella.
Causas
La posesión
El motivo principal por el que se producen los celos es por la creencia de que alguien nos pertenece.
No por tener un vínculo afectivo con alguien quiere decir que nos pertenezca y deba lealtad ciega.
Es común querer que alguien que te hace bien se quede a tu lado. Pero debe ser consensuado entre las dos partes. Ver si existen sentimientos comunes y si el vínculo aporta por igual a los dos.
Debe existir equilibrio en las relaciones entre el dar y el tomar sin importar el vínculo. Evitando así episodios de celos injustificados.
La dependencia
Además de la posesión cabe destacar la dependencia.
Existen vínculos afectivos basados en el apego y donde una persona depende de la otra para ser feliz.
Esto significa que la relación, en vez de estar basada en el crecimiento mutuo se basa en el miedo a estar solo.
En este tipo de relaciones se suele ceder la capacidad de ser feliz a esa persona. Tomando decisiones en base a que no se vaya en vez de centradas en uno mismo.
Permitir que una persona sea feliz a tu lado muchas veces significa renunciar a ella por su propio bienestar. Por eso, desde la dependencia, que no comprende esto, los celos siempre van a estar presentes.
Carencias
Uno de los motivos principales por los que se producen los celos es por la creencia de que otra persona puede ofrecerle a nuestra pareja/amigo o familiar cosas que nosotros no podemos darle.
Este es uno de los motivos principales por los que se producen rupturas en relaciones a distancia. En estos casos solemos sentir celos por las personas que nuestra pareja ve en su día a día. Cosa que nosotros no podemos ofrecerle en ese momento.
Baja autoestima por comparación
Cuando sentimos que puede haber terceras personas y nos superan en algún aspecto, irremediablemente sentimos celos y miedo a que esa persona no quiera seguir anclada en nosotros por haber encontrado algo mejor.
Si estás viviendo este caso debes saber que esa comparación muchas veces no es racional y proviene de una baja autoestima e inseguridad propia, reduciéndose aún más mediante la comparación con la tercera persona que bajo tu visión está incluso idealizada.
Los celos producidos por una baja autoestima tienden a aflorar la ansiedad. Creyendo que existe ‘peligro’ o miedo a ser abandonado en cualquier circunstancia.
El amor malentendido
A veces creemos que el hecho de que una persona esté celosa significa que nos quiere mucho.
Nada más lejos de la realidad, esa historia de que una persona celosa te quiere más y por eso busca saber de ti en todo momento es amor malentendido.
La posesión, la falta de libertad o tener que dar explicaciones de a donde vas y con quien pueden ser el inicio de un episodio de maltrato iniciado por la desconfianza que una persona tiene hacia a ti y por lo tanto, celos.
En estos casos es vital que los límites estén claros y se trabaje en crear confianza en la relación. De no ser posible, aconsejable ir a una terapia de pareja.
Controlar o evitar los celos
Si en estos momentos de tu vida estás experimentando los celos en primera persona y quieres ponerle fin. Lee las siguientes estrategias:
Busca momentos concretos
Cuando uno está experimentando los celos en primera persona es difícil gestionarlos de primera mano. Por eso, intenta identificar en qué momentos exactos ocurren.
Por ejemplo:
Si mi mejor amiga tiene un problema y llama primero a otra persona para contárselo siento celos.
Mi pareja prefiere ir al cine con su ex antes que conmigo siento celos.
Cuando mi madre prefiere pasar más tiempo con mis hermanos que conmigo, siento celos.
Sé realista
Una vez que tengas el momento concreto y la persona con quien lo experimentas localizado sé realista buscando ejemplos.
Hazte la pregunta ¿realmente es así? y ¿por qué podría haber hecho eso?
Por ejemplo, en los casos anteriores:
¿Realmente tu mejor amiga llama primero a otra persona? Tal vez haya sido por un tema concreto porque la otra persona estaba involucrada; me llamó pero no le contesté; no ha querido involucrarme porque la otra persona también es mi amiga…etc.
¿Realmente tu pareja prefiere ir con su ex al cine? A lo mejor te lo ha propuesto y siempre le dices que no; su ex ha estudiado cine y comparten la pasión por un determinado tipo de películas…etc.
¿Realmente mi madre prefiere pasar más tiempo con mi hermanos que conmigo? Es posible que para algo concreto que a mi no me interesa les llame directamente a ellos. Muchas veces he hecho planes con mi madre sin mis hermanos…etc.
Haciendo esto podrás ver qué cosas exactas está obteniendo de la otra persona. Y el motivo por el que quizás busque a esa tercera persona. Siendo realista también podremos comprobar si tenemos algún tipo de culpabilidad. Tal vez cuando nos proponen un plan siempre lo rechazamos; no dedicamos tiempo de calidad; no invertimos en los gustos del otro…etc.
¿Tiene solución?
Una vez que tengas un plano general y realista de lo que está ocurriendo con posibles explicaciones busca si hay soluciones.
Si consideras que hay cosas que podrías estar haciendo en vez de simplemente sentirte celoso: invierte en esas soluciones sin competir con la tercera persona.
Piensa en si existen otras manera de reconectar con esa persona. O incluso ten una conversación donde le digas que estás celoso. Tal vez haciendo eso puedas obtener una explicación y de manera conjunta llegar a una conclusión beneficiosa para ambos.
¿Acepto a la otra persona tal y cómo es?
En la mayoría de los casos nos sentimos celosos cuando alguien acepta la manera de ser de la persona por la cual estamos celosos.
Sin embargo, no nos damos cuenta de que nosotros mismos buscamos que cambie o se adapte a nuestra forma de ser.
En estos casos, la persona busca a otras para poder desarrollar aquellas cosas que le apasionan y que tal vez nosotros no aceptemos. O no le hemos dado la importancia que tiene.
¿Es normal que estés celoso?
Si aún haciendo esto no encuentras explicaciones o sigues celoso, replantea los límites hasta donde llegan los celos.
Si crees que la persona ha sobrepasado esos límites, habla con ella. Díselo de una manera tranquila y con ejemplos realistas. En una conversación podréis explicar y llegar a conclusiones comunes sobre los límites de la propia relación. Si no existían marcarlos.
¿Qué me dice de mí esta situación?
Cuando los celos aparezcan si has hecho todo lo anterior y no encuentras solución tal vez indiquen aspectos de ti a modificar.
Es posible que hayas hecho visible una baja autoestima que no sabías que poseías; carencias dentro de ese vínculo afectivo que no están siendo cubiertas; o incluso en casos severos el apego y posesión hacia la otra persona, probablemente por miedo a la soledad o abandono.
Trabajar en uno mismo, mejorar la imagen personal y aprender a confiar en los demás es vital para nuestra autoestima.
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La entrada Celos: qué son, causas y cómo controlarlos se publicó primero en Celia de la Hoz.