El viernes pasado, después de tomar unos vinos (y mi tónica) en el Irrintzi y sus famosos vasos (de los que hablo aquí), yo necesitaba meterme algo en el estómago para poder tomarme el antibiótico (¡ya se fueron los viruseeesss!) así que nos fuimos a cenar al restaurante Gorbea, sin más criterio que por que me gustaba la decoración. Total, quien me acompañaba eran tres amigos (chicos) a los cuales les daba todo igual, mientras les dieran de comer.
Nada más entrar, nos sentimos extranjeros en nuestra propia ciudad: una mesa con tres hombres orientales, dos con chicas que tenían toda la pinta de ser alumnas Erasmus, otra de una familia hablando en francés...y para rematar la camarera que nos recibió era argentina o uruguaya (no distingo bien los acentos).
-"Pues para llamarse Gorbea aquí no hay ni un vasco"- buen apunte que hizo uno de los J.
Nos sentamos, y al coger la carta no nos extrañó que hubiera tanto turista, la carta en inglés y francés seguramente sea de las pocas que entienden por los restaurantes del Casco Viejo bilbaíno, donde aparte de euskera, poco más se oye entre lo camareros (que no digo que no sepan inglés u otro idioma, solo que no lo oigo).
Sentados ya los cuatro, pedimos tres entrantes para compartir, empezando por la ensalada de ventresca, la cual me pareció que escaseaba en verde (alguna hoja de lechuga despistada), y en bonito, pero a todos nos conquistó la presentación. Acompañaba a la ventresca unas anchoas en vinagre y unos trozos de tomate y patata con pimentón. Tras la ensalada, paté con mermelada de higos y de frutos rojos, junto con pan de pasas. La verdad es que somos autenticos fans del foie, y que te sirvan paté pues es como si en vez de freír un huevo en aceite de oliva lo freímos en girasol. Acaba frito, pero desde luego no sabe igual. Los chicos iban calmando el hambre, poco a poco, y esperando el tercer entrante, el restaurante se iba poco a poco vaciando. Supongo que el horario de los turistas, no es igual que el de los bilbaínos. Y por fín llegó el revuelto de jamón y setas, con cuatro rebanadas de pan tostado y decorado con pimentón. El huevo, jugoso, con un buen gusto a las setas, las cuales venían en trozos suficientemente grandes como para pincharlos con el tenedor, y pequeños trocitos de jamón serrano que hubiera agradecido un tamaño mayor, pero que a pesar de ello, nos gustó mucho a los cuatro.
Y tras los entrantes, los cuatro pedimos "solomillo ibérico con verduras y hongos". Aquí vino la decepción para unos, indiferencia para otros, y risas para los cuatro:
-"Pero si esto es cerdo!"- J esperaba otro tipo de solomillo-"Por el precio que pone, era de esperar, además eso de ibérico, suena a cerdo totalmente!"- I lo tenia claro.-"No está malo, y por menos de 15€ era raro que fuera solomillo, solomillo, el de ternera"- J contestando a su tocayo(estornudos)-"A mi el pimentón me está dando alergia, no os habéis fijado que han puesto pimentón en ¿¿todo??"- según lo dijo I, ataque de risa de los cuatro, y es que ¡tenia toda la razón!
Para finalizar, J pidió tiramisú del que probé un par de cucharadas hasta que el excesivo sabor a licor me hizo acordarme que tenia que tomarme el antibiótico, además de que J prepara ese mismo postre mucho mejor, o eso nos contó, así que ahora estamos esperando que nos invite un día a degustarlo.
Una cena tranquila y divertida con los tres chicos, que uno tras uno fueron cayendo a la entrada del baño, con es a puerta tan, tan, tan moderna que ninguno supimos abrir a la primera, y acabamos acariciando oda la puerta hasta encontrar cómo abrirla. Y el pimentón que esperábamos encontrarnos hasta en el tiramisú, y que hizo sacarnos una carcajada a todos.
GORBEAhttp://www.restaurantegorbea.net/C/Jardines 3, Bilbao.944795482
NI frio ni calor, un sito más para apaciguar el hambre, pero no para volver a repetir. Al menos por un tiempo, creo que hay sitios mucho más interesantes por visitar, y algunos hasta para repetir. Me pareció un tanto escasa la ensalada, al menos haber puesto más lechuga no creo que hubiese encarecido en absoluto el plato y hubiera lucido más. En cuanto al segundo, estaba yo en duda entre el solomillo de cerdo que finalmente comí, en vez del foie con piña. Y si no lo pedí fue por que al pedir consejo a la camarera, ésta ni siquiera sabia cómo era el foie, ni el plato en cuestión, y tras preguntar en cocina, no le debió de quedar muy claro, por que no supo explicarme en qué consistía el plato, así que no me atreví a pedirlo. Una pena, visto que el solomillo no era nada del otro mundo.
ensalada+paté+revuelto de hongos+4solomillo con verduras y hongos+tiramisú+2botellas agua= 97€
La escasa ensalada, patatas y pimentón a tutiplén!
Paté, que no foie.
Revuelto de hongos y jamón, y ¡más pimentón!
Solomillo de cerdo (algo que no indican en la carta) con verduras y hongos, y otra vez el pimentón!
Tiramisú.