Revista Cultura y Ocio

Cenizas

Publicado el 15 diciembre 2022 por Rosa Valle @RosaMValle
Ayer noche me vi releyendo a Neruda.
«Puedo escribir los versos más tristes esta noche».
Sus palabras vinieron a mí como mosca al cristal. No lo he hecho. No los he escrito aún. Una mano invisible me paraliza. Pesan los zapatos tanto como las pestañas. Se encogen los hombros tanto como las manos. «Estírate, nena, que andes toa agachada siempre», la estoy oyendo. Y mis ojos echan agua. Principio, camino y fin. Aqua summus.
«Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella».
La orfandad es algo físico. Se ha sentado a mi lado. Camina conmigo. Se mete bajo mis sábanas y me toca.
«Sentir que la he perdido».
Recibo cariño, que no remedia, pero calienta. Sol en el Ártico. Recibo amor, lo único que importa. De eso va vivir, de amar. Quien no lo haya entendido aún es un muerto que respira.
«La misma noche que hace blanquear los mismos árboles».
Dice Tunia que a los muertos les gustan las flores. Tengo flores en casa. Las he traído del cementerio. A lo peor, estoy muerta.
«A lo lejos alguien canta. A lo lejos».
El ser humano es el animal más despreciable de todos.
Mata, intriga, vapulea, daña. Para poco le vale el raciocinio que le diferencia. Sus emociones son intensas. No le encuentro ventaja a esta militancia. Quiero ser oveja.
«Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos».
Dios, no te encuentro. No me escuchas. No me arropas. Jesús del XXI, no te entiendo. Mis ofrendas, mis ruegos, mis promesas te resbalan. Agua.
«Mi alma no se contenta con haberla perdido».
Para salir del infierno, no hay más opción que atravesarlo.
Quema, pero no mata. Prendes, pero no fundes. No es el momento de tus cenizas.
«Eso es todo».
Cenizas

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista