Hoy 5 de abril se cumplen 100 años del nacimiento de uno de los actores más queridos del cine: Gregory Peck. Nacido en 1916 en La Jolla (California) el destino quiso que abandonara los estudios de medicina para poder dedicarse a su verdadera vocación: la interpretación. El gusanillo se lo había transmitido su abuela materna con la que devoraba películas, aliviando así el divorcio de sus padres. Tras una corta temporada en Broadway, muy pronto su porte y su fama de buen chico le abrirían las puertas de la meca del cine, debutando en 1944 de la mano de Jacques Tourneur en Días de Gloria (1944). Los hábitos religiosos le dieron suerte y gracias a su papel de misionero entregado (Las llaves del reino) consiguió su primera nominación al Oscar.
Las llaves del reino (1944) de John M. Stahl
Poco a poco se fue labrando una carrera que le llevó a trabajar a las órdenes de algunos de los mejores directores de Hollywood: Hitchcock (Recuerda, El proceso paradine), Elia Kazan (La barrera invisible), William Wyler (Vacaciones en Roma, Horizontes de grandeza), John Huston (Moby Dick), Raoul Walsh (El mundo en sus manos), King Vidor (Duelo al sol) o Robert Mulligan entre otros. Este último le proporcionó su papel favorito: el abogado y padre ejemplar Atticus Finch de Matar a un ruiseñor, la adaptación al cine de la obra homónima de la recientemente fallecida Harper Lee.
Gracias a su inolvidable Atticus, considerado el mejor héroe del cine por delante de Indiana Jones o James Bond, consiguió su único Oscar como mejor actor principal en 1961. Este personaje le permitió seguir estando en activo en los 60. Mientras, continuaba cultivando esa imagen de hombre íntegro y justo que le llevó a participar en diferentes causas humanitarias, como los derechos de la comunidad negra o lucha contra el cáncer. Los más jóvenes lo descubrimos como el sufrido padre de todo un clásico del terror La profecía . Pese a que sus papeles de villano se pueden contar con los dedos de una mano (Duelo al sol o Moby Dick) en 1978 dio vida al famoso médico o más bien sádico, Josef Mengele en Los niños del Brasil (Franklin J. Schaffner, 1978)Su última actuación fue el telefilm El retrato (Arthur Penn, 1993) junto a Lauren Bacall y su hija Cecilia Peck, también actriz. Murió en 2003 siendo leído su panegírico por el actor Brock Peters, el inolvidable Tom Robinson (el hombre negro acusado de violar injustamente a una blanca) de Matar a un ruiseñor.Nuestro periodista del Hollywood clásico, Milton River, también ha querido dedicar unas líneas a esta gran estrella del cine.
