Esta vez la espera se ha hecho más corta. Escribir, como cualquier otra actividad que depende de la voluntad de quien la realiza, es, sobre todo, una cuestión de disciplina. Cuando uno experimenta cambios importantes en su rutina diaria, lleva tiempo adaptarse a los nuevos horarios, y, al menos en mi caso, la constancia, tan necesaria para crear de forma consistente, se resintió. Afortunadamente, poco a poco he conseguido adaptarme a la nueva situación y apartar un ratito cada día para escribir. El resultado se empieza a notar, por ejemplo, en que las últimas entregas de Centrifugando recuerdos en ‘Salto al reverso’ se van espaciando menos, y son más largas. A ver si logro el objetivo de poner el punto y final antes de que acabe el verano (invierno en el hemisferio sur).
Os dejo con el capítulo 31 y la siempre sugerente voz de Sharleen Spiteri y los chicos de Texas. ‘Say what you want’, del álbum ‘White on blonde’. Es una buena canción para creer en ella, ¿verdad, Chica de los jueves? 😉
(Los capítulos anteriores los puedes leer aquí)
Luis deambula por las callejuelas del Albayzín. Las palabras de Aiman lo han tranquilizado un poco, pero el exceso de alcohol, el cansancio, el calor y el recuerdo le pesan demasiado.
—¿Qué narices hago aquí? —musita, a la sombra de un árbol algo esmirriado.
Una bola naranja llama su atención; se fija mejor y se da cuenta de que, efectivamente, es una naranja. Echa un vistazo a lado y lado. No hay nadie, así que obedece al impulso de alargar el brazo y hacerse con ella. Presiona con los dedos para abrirla por la mitad, y un chorro ácido le salpica en los ojos.
—¡Mierda!
Instintivamente aprieta los párpados, y se los friega con el dorso de la mano para aliviar el escozor. A continuación, se lleva la fruta a la boca, y al morderla lo invade una ola de acidez y…
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