Revista Cultura y Ocio

Centro de documentación epistolar en Argentina

Publicado el 03 octubre 2013 por Alicia López González @Alijiri

La carta es el documento del que se puede extraer información relevante de personas anónimas y no tan anónimas. Y es bastante complicado recopilar y conservar correctamente una colección de cartas porque generalmente sólo se puede acceder a una de las partes que las recibe y escribe. Por ello, es muy interesante el centro de documentación epistolar, que engloba distintos tipos de cartas y referencias sobre este tipo de documento.
El centro divide las cartas en tres apartados:
- Cartas de verdad: Correspondencia en soporte digital atravesó el territorio argentino, ya sea de ida como de vuelta. Todas están transcriptas y acompañadas de sus respectivas imágenes originales. Algunas conforman series individuales, familiares, geográficas o temáticas.” (Centro de Documentación Epistolar s.f.)
Todas las cartas de verdad, tienen las transcripciones del documento y el mismo digitalizado.
Centro de documentación epistolar en Argentina
- Cartas publicadas: Destaca por ejemplo dos cartas de Miguel de Unamuno al Señor Ángel de Apraiz, epístolas de Beethoven, Kafka, Lewis Carroll o Tolstoi entre otros. 
- Cartas de ficción: Son textos literarios breves donde se incluye la carta. Destaca por ejemplo la canción El verano más triste de Miguel Bosé.
Además incluye referencias bibliográficas sobre libros en los que la carta o  bien forma parte de la historia o son propiamente recopilaciones de epístolas. 
También se incluyen referencias a películas que se basan en las cartas para desarrollar la historia, así como lecturas recomendadas sobre la correspondencia y el uso de las cartas y el correo.Para completar la información sobre la temática de las cartas, en la web se incluyen noticias relacionadas con el mundo del correo, enlaces interesantes, así como la forma de contacto para consultas o suscripciones.
Centro de documentación epistolar en Argentina
He elegido este centro de documentación en Argentina, porque me parece un ejemplo de la diversidad de fuentes de información que se pueden encontrar para investigadores y estudiosos, o simplemente para curiosear y aprender. La documentación existente es muy interesante, aunque dudo de la continuidad del proyecto porque no se aprecia que exista una actualización de la web constante.  ¡No! ¡No es que haya vivido en el Caribe! Simplemente, fui pequeña.
Pues sí, ahora que somos adultos el tiempo parece que vuela. Los años pasan cada vez más deprisa, en el calendario vemos desfilar los meses a toda velocidad y los días se esfuman sin darnos cuenta. Así nos pasa, que vamos siempre corriendo tratando de alcanzar al tiempo. ¡Pero no hay manera! Sin embargo, cuando eramos pequeños todo era mucho más lento, teníamos esa capacidad, tan deseada por muchos adultos, de estirar el tiempo.
Recuerdo cuando llegaban las vacaciones, el verano para mí era casi infinito; los días especiales como los cumpleaños, tardaban muchísimo en llegar y cuando llegaban me daba tiempo a saborearlos bien. No me importaba lo que tuviese que hacer en 10 minutos, todavía quedaba un buen rato para eso. Lo importante era lo que estaba haciendo en ese preciso instante. Por no hablar de cada vez que escuchaba a los mayores decir lo rápido que pasaba el tiempo: "Si parece que fue ayer cuando eras un bebé" o "El tiempo pasa cada vez más deprisa, ya lo verás cuando crezcas..." Yo siempre pensaba que eran unos exagerados. Pero ahora me doy cuenta de que no, que simplemente es cuestión de un cambio en nuestra capacidad de comprender y percibir el tiempo.

Fases en la comprensión del tiempo

Como habréis notado todos, esta percepción cambia a lo largo de la vida: si de pequeños no sabemos ni lo que es un reloj, de mayores milimetramos hasta los segundos. La temporalización es una capacidad subjetiva y abstracta que tardamos en adquirir. Es así como desarrollamos una concepción cada vez más compleja sobre el tiempo:

  • 2-3 años: Comienzan a comprender las dimensiones del ahora y el después, pero todavía no entienden eso de: "Te quedan 10 minutos, así que ves recogiendo". Si queremos que nos comprendan debemos utilizar un indicador más gráfico y cercano a sus rutinas. Por ejemplo: "Primero toca darse un baño y después te leo el cuento". 
  • 3-4 años: A esta edad los niños son capaces de descomponer el día en sus partes: mañana, tarde, noche. Además tienen nociones de pasado y futuro lo que les ayuda a entender términos como ayer, hoy y mañana. Así que "cuidadito" con eso de ponerles excusas retrasándolo todo para "mañana": "Ahora mami no lleva dinero, lo compramos mañana ¿vale?". Que luego os pasa como a mí, que un niño me dejó plantada con su gandioso razonamiento: "Si ayer me dijiste mañana, hoy ya es mañana".
  • 4-6 años: Ya entienden la secuencialidad y por tanto saben que los lunes van antes que los martes y que a enero le sigue febrero y así sucesivamente. Este hecho hace posible que sean capaces de reconstruir sus vivencias siguiendo una lógica temporal: "Las flores salen en primavera y luego llega el calor con el verano".
  • 6-8 años: Cada vez hacen abstracciones más complejas del tiempo; por lo que son capaces de manejar fechas y horas con naturalidad. Saben cuando es su cumpleaEl documento más reciente es de diciembre de 2012.

     


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