Revista Regiones del Mundo

Centro histórico de Salvador de Bahía

Por Elainn

Mi último día en Lençóis fue más que nada esperar en la terminal. Aunque el micro salía a las 9:45, me pasaron a buscar a las 8:50 (si bien la posada está en subida, se encuentra a pocas cuadras de la terminal). No me quejé porque «a caballo regalado no se le miran los dientes». El traslado estaba incluido por contratar dos excursiones con la agencia Chapada Adventure Daniel y la verdad es que no quería bajar por esas calles empedradas con la valija. Encima tuve que esperar bastante más porque el bus se atrasó media hora (venía de Seabra).

Para la vuelta, viajé abajo en un asiento individual para ver si podía dormir (no pude). Paramos de nuevo en los mismos sitios que a la ida.

Por suerte llegamos a Salvador más temprano de que lo indicaba el ticket. Estaba de vuelta aunque ya no iría a la playa. A las 18:37 pedía un Uber y a las 19 ya estaba en el hostel. Es posible tomar un colectivo a Praça da Sé (una plaza cercana al hostel en el centro histórico), pero me recomendaron no tomar el bus si era de noche.

Centro histórico de Salvador de Bahía

Me alojé en el Hostel Laranjeiras, en pleno centro. Lo elegí porque leí que era muy seguro (era cierto que la policía para casi en la esquina). Por dentro era magnífico, más un hotel que un hostel (por lo menos para mí que elegí una habitación con baño privado). La habitación era enorme, con una cama doble y una single. Wifi, aire acondicionado, ventilador de techo, placard, alargador y un baño amplio con ducha caliente. Incluye desayuno buffet (muy rico) y, si bien cuenta con un restaurant con precios económicos (aunque no mucha variedad), en el sótano hay una pequeña cocina con heladera para los huéspedes, hornalla y utensillos para prepararse algo sencillo. También tenía un bebedero con agua fría. La atención fue siempre muy buena. ¿La única contra? Las escaleras y el ruido por la noche. Conste que el ruido no era del hostel (super silencioso) sino de los espectáculos musicales de la zona. Supongo que es imposible hospedarse en el centro y no escuchar algo de música. Igual terminaban temprano.

Era hora de conocer Pelourinho y sus calles empedradas.

Dudé de contratar alguna excursión (pensé en el bus turístico o un free tour a pie), pero al final me moví por mi cuenta. Ya no quería depender de horarios. Quería manejarme con mis propios tiempos.

Comencé con la Iglesia de la Tercera Orden de San Francisco que estaba a metros del hotel (R$10). La fachada y el interior del convento es interesante, aunque no sé si vale la pena el precio de la entrada. Luego sí fui a la imperdible Iglesia San Francisco (R$5) que es una verdadera belleza. Es una iglesia del siglo XVIII, considerada una de las maravillas de origen portugués en el mundo. Los retablos barrocos de oro te dejan boquiabierto. Como no se puede usar flash, mis fotos no salieron en foco, pero más arriba les dejo un enlace a un video que muestra el interior.

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Seguí luego hacia la plaza principal y la Catedral (R$5). La catedral no alcanza la grandiosidad de la Iglesia de San Ignacio. Fue una lástima que los museos aledaños de Arqueología y de cultura Afro-brasilera estuvieran cerrados porque quería conocerlos. Las otras iglesias que rodean la plaza también estaban cerradas.

La oficina de información turística está frente a la plaza, a metros de la catedral.

Continué hacia la Praça da Sé donde hay una fuente y varios puestos callejeros. Otros museos e iglesias cerradas. Llegué a otra plaza y al famoso Elevador Lacerda que me llevó a la zona del puerto en segundos (cuesta centavos).

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En el puerto fui al Mercado Modelo para hacer compras. Se puede comprar de todo: desde souvenirs, artesanías, remeras, ropa, comida. Hay restaurants con todo tipo de precios. Pasé a la terminal náutica que está a la vuelta para averiguar horarios (con un día tan soleado hasta era tentador ir a Itaparica, pero quería terminar de conocer el centro), me tomé un coco helado y retorné al hostel.

No me quedé mucho adentro. Fui a pasear por las tiendas de Pelourinho (muchas pinturas, arte afro-brasilero y más souvenirs). Luego subí la escalinata a la Iglesia del Santísimo Sacramento do Passo, pero no entré a la iglesia porque estaban en misa. Pasé por fuera de la Iglesia de la Tercera Orden del Carmen (cerrada) y saqué fotos en el Largo do Pelourinho.

Pasé al supermercado Super Bompreço, para lo cual tuve que salir del centro (y ya no es tan pintoresco). Estaba cerca, pero más allá de la avenida Seabra el ambiente cambia.

Comí pastas que me preparé en el hotel y luego salí a realizar un paseo nocturno por el centro. Hermoso.

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El otro día fue ¿regalado en cierto sentido? Originalmente yo tenía mi vuelo de regreso el domingo porque el lunes tenía que trabajar. Salía a mediodía con una escala en Porto Alegre. De repente recibo un email con un cambio en el vuelo. No lo podía creer. Salía el domingo a la misma hora pero en vez de una escala de horas ¡ahora tenía una escala de días! Básicamente hasta el martes a la tarde. Llamé de inmediato a Aerolíneas Argentinas y logré que me cambiaran a otro vuelo con escala en São Paulo, pero ya no el domingo sino el lunes. Tuve que hablar en el trabajo y pedir una noche más en el hostel. Por suerte el email llegó con suficiente tiempo para poderme organizar.

Esto es lo que hice ese domingo extra que no estaba originalmente en mis planes. No contraté ningún tour. Como ya mencioné, estaba cansada de depender de otros. Decidí tomar el metro (y, de paso conocerlo) hasta el Shopping de Salvador. El mismo es enorme, tiene un supermercado pero la mayoría de las tiendas abren después de las 12. El shopping está cerca de la terminal. Pasé por el convento de Santa Clara (cerrado) y tomé el metro en la estación Campo da Pólvora hasta Acesso Norte para cambiar a la línea 2 que comienza ahí. Me bajé en la estación Pernambués. Todo muy seguro y práctico.

No es que sea muy de ir a shoppings, pero ahí estaba la única tienda de Decathlon de Salvador y quería comprar unas zapatillas. Volví de la misma manera, pero me bajé en la estación de Lapa para conocer otra zona. Al ser domingo todo estaba muy solitario. Pasé por la iglesia cerrada de San Benito. No sé si los templos están cerrados por alguna cuestión en particular o es así la cosa.

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Luego seguí paseando por Pelourinho y sí, compré alguna artesanía más. Después de cenar algo en el hostel, fui a recorrer la noche y me senté en la plaza principal a escuchar música y a observar a la gente: el vendedor de sopas, los enamorados, los bebedores de café, los que como yo iban a disfrutar del frescor nocturno. Fue una hermosa despedida de la ciudad.

Al otro día utilicé nuevamente el Uber hacia el aeropuerto. Se me hizo larga la espera en São Paulo, especialmente porque me tocó en la terminal más alejada y más fea de todas. Finalmente llegué casi a medianoche a Aeroparque. Como no se conseguía ni taxi, ni Uber ni Cabify, me tomé el colectivo 33 a casa. No era lo ideal a esa hora pero quería llegar.

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Lamentablemente por un problema de salud no pude disfrutar de los platos típicos de la región. Pero acá les copio las recomendaciones que había leído. Voy a tener que volver aunque más no sea para comer.

  • Acarajé de camarón en el puesto de Tania, bajo el faro. Hay muchos puestos callejeros de acarajé, pero vi que también lo vendían en el shopping.
  • Moqueca (guiso de mariscos). No es un plato económico, pero se puede pedir media porción. En Lençóis se puede comer la versión vegetariana de moqueca con palmito de jaca (Dame Food Brasil).
  • Casquina de sirí (cangrejo).
  • Vatapá.
  • Cocada (bebida de coco)
  • Cocada (postre riquísimo que sí pude probar y compré para traer a casa).
  • Quindim (postre que creo que también comí).

En Lençóis hay platos típicos con plátano y cactus (palma).

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En la ciudad de Salvador me quedó por conocer la Iglesia Nosso Senhor do Bonfin porque se encontraba un poco lejos. Tampoco fui  a la feria de Sao Joaquim. También hay más playas por la zona. Es un sitio que vale la pena repetir.

Frases básicas en portugués:

  • Saludos

Bom dia

Boa tarde

Boa noite

Como vai? Tudo bem/ bom/ legal.

Adeus

  • Preguntas básicas

Voce fala español? (¿Habla español?)

Meu nome é… (mi nombre es…)

Quanto custa isto? (¿Cuánto cuesta esto?)

Poderia trazer o menú? (¿Podría traer el menú?)

A conta, por favor. (La cuenta, por favor)

Qual é a senha? (contraseña de wifi)

Onde é o banheiro? (¿dónde está el baño?

Onde fica…? (dónde está…).

  • Otras

Café da manhâ (desayuno).

Preciso de um médico (Necesito un médico)

Sim. (sí)

Nâo. (no)

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