Cerca de mil quinientas empleadas de hogar que desempeńan legalmente su labor en otros tantos domicilios de toda la geografía provincial, comenzarán a integrarse en el Régimen General de la Seguridad Social a partir del próximo uno de enero. Este colectivo de trabajadores -la gran mayoría son mujeres- conseguirá finalmente ver hecha realidad una vieja aspiración: equipararse casi por completo con el resto de asalariados, adquiriendo de esta manera el derecho a prestaciones que hasta ahora les han sido vetadas. Como la que les reconocerá una incapacidad temporal, en caso de enfermedad común o accidente laboral, a partir del noveno día en que se encuentren de baja y con cargo a la Seguridad Social. Su empleador, por su parte, tendrá que correr con el coste del subsidio desde la cuarta a la octava jornada.
De igual manera, estas personas gozarán también de otras prerrogativas a las que nunca habían tenido acceso dentro del Régimen Especial de la Seguridad Social en el que tradicionalmente han sido encuadradas. Tal es el caso de la indemnización correspondiente a un despido, en una cuantía que irá en función de sus percepciones y que será asimilable a la que tienen hoy en día los contratos temporales.
De cara a los 'empresarios', el pacto alcanzado por el Gobierno de la nación con los agentes sociales, exige que todos ellos estén incluidos en el registro de la Seguridad Social como tales. Con independencia de que la jornada de trabajo de la persona que tienen contratada en su hogar sea mayor o menor a las veinte horas semanales, sea a tiempo completo o por horas. Cotizarán desde el primer momento de trabajo de su empleada de hogar y al margen del tiempo que realice al mes y si lo hace también para otras personas o empresas.
Precisamente el hecho de que muchos de los empleadores que cuentan con servicio doméstico no figuren en el registro de la Seguridad Social como tales, es uno de los problemas que desde el sindicato CC OO de Jaén se ha denunciado reiteradamente en cuantas ocasiones han salido a relucir las demandas de este colectivo. Pero el Gobierno no quiere meterles presión. De hecho, la normativa no estará operativa hasta el segundo semestre del próximo ańo. Esta circunstancia da un margen más que generoso de seis meses, para que tales empleadores formalicen la inscripción de las empleadas de hogar a su cargo y de ellos mismos.
Tanto desde UGT como desde Comisiones creen que este acuerdo Ťhistóricoť contribuirá a que muchas trabajadoras, ya que la mayoría de los empleados en este régimen son mujeres, salgan de la economía sumergida y puedan ver regularizada su situación laboral.
Así, lo aprobado por el Gobierno con los agentes sociales sirve no solo para los empleadas de hogar que trabajan legalmente dentro del Régimen Especial de la Seguridad Social, sino que pretende que afloren quienes desempeńan esta labor en la economía sumergida. Fuentes sindicales apuntan que el volumen de estas personas, que no cuentan con contrato y tampoco cotizan, puede suponer muchas más de las casi mil quinientas que lo hacen a ojos de las distintas administraciones. Dar una cifra sería una mera especulación, aunque no debe ser pequeńa dado el gran número de hogares donde es imprescindible la ayuda de terceros por las personas dependientes que hay en ellos.
Tanto UGT como CC OO reiteran que el de las empleadas de hogar es uno de los principales sectores con mayor índice de economía sumergida, pese a todos los intentos por 'legalizar' a sus integrantes.
Fotografía- AP