Revista Cultura y Ocio
Yendo a visitar una exposición, que sabía que me iba a gustar, me topé con otra aún mucho mejor. Cómo la vida misma, te pasas la vida buscando cosas pero las que realmente te emocionan son con las que te topas sin buscarlas.
Os hablé de este artista hace como año y medio, cuando visité una exposición suya, igualmente sin buscarla, en el Reina Sofía. No sé si os acordáis de aquella reflexión del laberinto y la vida que me inspiró su laberinto blanco. La metáfora del laberinto
Le perdí la pista a su autor, pero el recuerdo de lo que me produjo su obra seguía en mí. Casualmente me ocurrió lo mismo el otro día, cuando sin acordarme de su nombre, volvió a invadirme un montón de sensaciones acercarme a su obra (y me acordé del laberinto) entonces me di cuenta de que era la misma persona.
Tenía dos obras expuestas, y yo quise verla por unas nubes encerradas en urnas que me parecieron de lo más poético, pero, al acercarme en persona a la exposición, una vez más se obró la magia: el autor me sorprendía con una obra aún mejor, un probador, metido en otro probador, dentro de otro probador…creando así un laberinto de espejos y probadores con cortinas y taburetes que te hacían dudar si eran reales o simples reflejos. Además, la sensación de ir a mirarte al espejo y quizás no ver tu reflejo era sobrecogedor. Aún más, quizás, en el laberinto se encontraban más personas, y en vez de tu reflejo veías a otra persona. Curiosa la sensación de verte y no ser tú.
Jugamos a perdernos y a encontrarnos, a mirar a otras personas como si no fueran extraños, a buscarnos en nuestros reflejos o en el de otra persona, a asustar a desconocidos y a encontrar la forma de salir de los espejos…
Es increíble lo que pueden hacer en ti personas que no te conocen y prometo que el nombre de Leandro Erlich ya no se me olvida porque estaré deseando que exponga más de sus obras por España para poder vivir esas sensaciones que crea. Gracias desde aquí porque me ha inspirado un montón de cosas, su laberinto blanco y ahora sus “certezas efímeras” ¿Puede tener un nombre más bonito”, yo creo que no.
No solo recomiendo visitarla, recomiendo vivirla, experimentarla. No os la podéis perder. Pero, sí podéis, observadla con los ojos de las emociones y los sentidos, creo que de otro modo no le sacaréis todo el partido que sus obras tienen.Blog de literatura con recomendaciones de libros, consejos para escritores noveles, muchas curiosidades e información de la escritora Elena Cardenal y de todos sus libros publicados.