Trascribo literalmente la definición tal y como aparece en el borrador de Real Decreto: "técnico que esté en posesión de la titulación académica y profesional habilitante para intervenir en la calificación de la eficiencia energética de un edificio apoyando técnicamente el proceso de certificación de eficiencia energética."
A pesar de que no comparto la necesidad de crear esta figura, me deja tranquilo la referencia a la "titulación académica y profesional habilitante". Las titulaciones académicas y profesionales habilitantes son únicamente potestad de Estado, que debe definir el contenido de los planes de estudio y las competencias y atribución otorgadas. Por lo tanto, la realización de un curso/cursillo, como los hemos visto proliferar que en los últimos meses, no capacita para ejercer ni como técnico auxiliar (salvo que seas ya ingeniero o arquitecto, o tengas alguna de las desconocidas a día de hoy titulaciones habilitantes que permitirán ejercer de técnico auxiliar).
Dicho ésto, que he considerado importante destacar puesto que han llegado a mis
oídos prácticas fraudulentas (no contrastadas por mi) de algunos formadores que prometían capacitar para realizar certificaciones energéticas a cualquiera que siguiese su curso, (cualquiera que fuese su titulación), voy a centrarme en el tema del artículo: ¿es necesaria la figura del técnico auxiliar?En mi opinión no es necesaria. Desde el momento que existe un titulado competente, que ejerce además una profesión regulada como lo son la arquitectura y la ingeniería en sus diversas ramas, creo que es responsabilidad del titulado el dotarse de los medios y personal adecuado a la labor que realiza. Otro tema a considerar es la indefinición en las actividades en las que puede intervenir este técnico auxiliar, puesto que según el texto anterior, puede ser cualquier cosa, desde una toma de datos en el inmueble hasta realizar la calificación energética completa. Y se me ocurre un símil entre la labor de delineante y la del arquitecto: un arquitecto (una profesión regulada que no puede ejercer cualquiera salvo los poseedores del título habilitante) se apoyará en un delineante (un técnico con la titulación habilitante para ejercer esa profesión definida y tutelada en sus planes de estudios por el Estado) para realizar una parte de su trabajo (supongamos un proyecto de edificación residencial), pero una parte muy específica, y en ningún caso el delineante debería calcular y redactar el proyecto completo para que luego el arquitecto lo firme. Por contra, parece ser que éste técnico auxiliar sí que va a poder realizar la totalidad del trabajo técnico (realizar la calificación) a la espera de que el arquitecto o ingeniero firme la certificación energética. En cualquier caso, si un ingeniero o arquitecto que va a firmar la certificación energética de un inmueble delega la toma de datos, o la calificación energética completa, a un subalterno suyo, sea ingeniero, arquitecto, estudiante en practicas, fontanero, albañil, torero u odontólogo (vaya por delante mi respeto por todas estas profesiones, en especial la de torero), el ingeniero o el arquitecto seguirá siendo responsable del resultado de la certificación energética, con independencia de que ciertos trabajos auxiliares los realice alguien con titulación o sin ella. Por lo tanto, no veo la necesidad de crear nuevas titulaciones habilitantes cuando estas no descargan de responsabilidad al firmante de un trabajo, y más teniendo en cuenta que al firmante no se le exige disponer de formación específica en certificación energética (aunque se supone que dispone de los conocimientos técnicos previos necesarios para poder realizar esta labor). Desde siempre los despachos de arquitectura y las oficinas técnicas de ingeniería han tenido en plantilla personal que realiza cálculos y redacta proyectos que firman unas pocas personas (el coste para una empresa del seguro de responsabilidad civil no es algo despreciable, ni el salario a pagar por esa responsabilidad, por lo que suele existir siempre un número muy limitado de firmantes). Este personal auxiliar suele estar titulado en arquitectura, ingeniería, delineación, etc (aunque últimamente abundan los becarios que son todavía estudiantes). Es decir, que casi con la excepción de la delineación, no se ha necesitado de titulaciones habilitantes para trabajos auxiliares. Entonces, ¿qué necesidad tenemos ahora de crearlas para algo tan reducido en el campo de la arquitectura y la ingeniería como es la certificación energética? Me interesa mucho vuestra opinión sobre este asunto. ¿Qué os parece a vosotros? ¿Lo consideráis necesario? ¿Qué intereses pueden existir detrás de la creación de esta figura? ¿Cuales creéis que serán las titulaciones habilitantes que permitan ejercer de técnico auxiliar?