Revista Cocina
Rauchbier hace mención a una cerveza cuya malta es expuesta al humo de brasas de madera, normalmente de haya.
Como no se muy bien explicaros de donde viene esta cerveza y su elaboración os dejo el enlace (aquí) del blog Hipos Urinatum donde os explica genialmente la historia de esta cerveza.
¿Donde la encontramos nosotros? Pues en Ferrol, en una de las mejores cervecerías que conocemos, El Papillón, la pena de este local es que nunca sabes cuando Alberto va a abrir sus puertas.
Esta cerveza es una pasada, con cuerpo, una nariz espectacular a caramelo tostado, al principio un poco raro, algo diferente, pero a medida que lo vas oliendo con más ganas te va enganchando, y te pide más y más. En boca entra muy bien, y te empiezas a imaginar un montón de platos con los que combinar esta cerveza, donde los matices salados y dulces no dejan de dar vueltas por el paladar y por la nariz. Cerveza que pide tomarse otra, eso si, os advertimos que es muy peculiar, y son de las típicas que lo mismo te da por beber unas cuantas que no la vuelves a probar.
Aecht Schlenkerla Rauchbier nosotros, la próxima vez que pillemos El Papillón abierto la volveremos a probar porque nos ha gustado y mucho.