Cestas

Estoy tan contenta y tan entusiasmada con la nueva actividad que he aprendido a realizar hace unos días, que no puedo dejar de contarlo y compartirlo aquí en mi blog, que para eso es mío y en él puedo poner todas mis andanzas y correrías. Unas cuantas fotos y no muchas líneas. A ver si sé cumplirlo, porque no quiero ni aburrir a nadie escribiendo numerosos párrafos sobre la historia de este oficio artesanal tan antiguo, algo que por otro lado a mi me parece de lo más interesante, ni tampoco contagiar en exceso todo mi nuevo entusiasmo, no sea que ahora a todo el mundo le vaya a dar por ahí. :-) porque aviso !! es fácil y sencillo.
Suele ocurrirme que siempre que aprendo a hacer algo nuevo, una labor de punto o crochet, caligrafía tradicional, dibujo zentangle... o consigo un pequeño logro, como pueda ser finalizar una carrera por ejemplo, pienso literalmente "en mi vida creí que iba a ser capaz de..." y me sorprendo pensando así, y comprobando que realmente no es tan difícil acabar haciendo algunas cosas que antes me parecían realmente imposibles. Así, nunca pensé que iba a escribir con letra cancilleresca o que iba a confeccionarme un gorro para la nieve o incluso correr la San Silvestre madrileña. A veces solo es cuestión de tiempo y dedicación, de tener ganas, de encontrar el sitio y el momento, más que de habilidad, aunque está también sea importante ya que unas personas somos más mañosas que otras o tenemos más capacidad para realizar trabajos que tienen que ver con las manualidades, con las actividades que tengan relación con los avances personales o con aquellas en las que podemos desarrollar toda nuestra creatividad. Pues bien, hace unos días aprendí a hacer estas cestas de las fotografías en solo una mañana. Sí, sí, las he hecho yo !! y no me lo creo aun, como digo, estoy tan contenta... Nunca creí que iba a ser capaz de hacer cestas !!



Se utiliza la palabra "cestería" tanto para referirse al establecimiento comercial donde se realizan y venden artículos fabricados con mimbre, médula u otras fibras vegetales, como al oficio o técnica con los que se fabrican estos artículos. Dentro de todas las artes creadas por el hombre, la cestería es una de las manifestaciones más antiguas y una de las más genuinas formas de artesanía popular. Es anterior a todo tipo de trabajo de tejido o confección y surge en la antigüedad como una necesidad para el hombre que precisa recipientes para recolectar y almacenar. La cestería, antes de que adquiriese valor por sí misma, estuvo unida a la alfarería (hay evidencias de marcas de cestos usados con objetos de alfarería registrados en Egipto hace unos doce mil o diez mil años) y prácticamente siempre ha estado ligada al mundo rural y artesano, de hecho es una de las artesanías tradicionales que ha llegado a nuestros días manteniendo su carácter manual y sin sufrir la mecanización que han tenido otras artes. Aunque haya caído en ocasiones en desuso, nunca ha perdido del todo el interés por parte de los artesanos, en parte por la funcionalidad de los objetos y en parte por el carácter decorativo que ha ido adquiriendo, lo que ha hecho que, en la actualidad, este oficio se esté recuperando y sea objeto de numerosos talleres y cursos incluso en las grandes ciudades.
Un sin fin de artículos pueden ser realizados con este arte de tejer fibras naturales: sillas y sillones, cestas, canastos, banastas, juguetes, cunas, alpargatas, sombreros, costureros, cestas de todo tipo, cajas, baúles, fruteros, paneras, bolsos, canastillas, sonajeros... y para ello se pueden utilizar fibras de origen vegetal flexibles como mimbre, junco, ratán, paja, caña, esparto, madera de castaño, sauce, nogal... entre las más utilizadas, sin hablar de otros materiales plásticos o sintéticos que se emplean actualmente. En cuanto a técnicas estas son también diversas como el entrelazado, el trenzado, el arrollado, el enroscado... no me voy a extender porque básicamente no las conozco. Sea con cualquiera de los materiales o con cualquiera de las técnicas, la cestería es una actividad enormemente atractiva. La semana pasada, hablando con un artesano cestero, conocido mío desde la  infancia, me comentaba que la cestería relaja y engancha, y es verdad. Comprobado. Además, ser capaz de realizar algo tan sencillo con tus propias manos, ponerle toda tu dedicación y atención, y que resulte un objeto bello y útil, es más que complaciente, pero principalmente para uno mismo. 




De momento, y digo de momento, estas son las únicas dos cestas que he realizado y para ello empleé solo una mañana y mis dos manos. Con una sujetaba y daba forma, con la otra iba tejiendo y subiendo, a veces paraba y, aun con la mano mojada, hacía alguna foto. Dos cestas muy sencillas, con distinto material y distinta técnica: una con base ovalada de madera en la que el tejido plano sube en espiral entrelazando los montantes sin trenzar, y otra redonda con la base y las paredes trenzadas con la médula redonda. Una vez hechas y rematadas las di una mano de agua con cola blanca para endurecerlas. Ahora solo me queda teñirlas y barnizarlas, después ya comprar material para hacer más cestas, y probar, perfeccionar, ensayar dibujos o patrones, arriesgar y ponerlas mi toque creativo... ya imagino mi casa llena de bonitas cestas para todo !!
Si la médula empleada está bien mojada y ha permanecido el tiempo suficiente en agua, no tiene porqué romperse al trabajarla, pero en el taller, tras algún "crack" que oíamos sobre el trabajo de un compañero o algún "vaya, se me ha roto!!" de una misma, siempre acabábamos diciendo y repitiendo "no importa, es artesanal" y esa es verdaderamente su gracia: una veta de otro color, una fibra de otro grosor, un montante tronchado y arreglado, incluso una equivocación en el trenzado... también la forma y el tamaño que elijamos... todo ello hace que cada pieza sea única y especial. Esa es la belleza de lo artesanal y la perfecta belleza de lo imperfecto.


El Taller de Cestería fue impartido por la profesora Vicky en el local de "Entre costuras & punto".
Entre costuras & punto es una preciosa tienda online y taller en Madrid donde se imparten talleres creativos de costura, ganchillo, punto, patchwork, diseño de joyas y muchas más manualidades creativas.
ENTRE COSTURAS & PUNTO
Plaza de Alcira 14, local 1,
Madrid.
Metro: Valdezarza.
Teléfono 91 172 31 84
www.entrecosturasypunto.es

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