Revista América Latina
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner instó a reforzar la cooperación entre las naciones en vías de desarrollo que integran el G-77 más China para contrarrestar el poder de los países centrales en las discusiones del comercio mundial y el cambio climático.
Al pronunciar un discurso tras la designación de Argentina como nueva titular del bloque, Fernández de Kirchner subrayó que es "fundamental la colaboración sur-sur" y llamó a "tener votaciones en organismos multilaterales con posiciones similares, para no dividir esfuerzos u para utilizar inteligentemente el inmenso poder del G-77 más China"."Creemos que cuando hablamos de la necesidad de una nueva arquitectura financiera internacional, de un sistema global de controlar para los movimientos de los fondos de inversión y en especial los denominados fondos buitres, la necesidad de reformular las calificadoras de riesgo que, precisamente han sido ellas las que han inducido a tomar erróneas decisiones en materia de inversión y provocaron, a partir de maniobras muchas veces rozando casi zonas que podríamos denominar de delitos económicos, una crisis sin precedentes desde el año 1930. "Nuestra visión es que se desarrolló en el mundo un sistema financiero paralelo, sin ningún tipo de regulación ni control. Mientras los bancos centrales de nuestros países, a partir del Consenso de Washington, se le aplicaban rigurosamente las recetas de una pretendida autonomía de las economías reales de países, mientras se controlaba a todos los países minuciosamente en su balanza de pago, en sus déficit o superávit fiscal o primario, este mismo control no se desarrollaba sobre un sistema financiero, desarrollado fundamentalmente de la separación entre bancos de inversión y bancos comerciales que se produjo en el mundo y todos los derivados financieros. "Igualmente tampoco se exigió a países centrales o a países más o menos importantes por decirlo de alguna manera, superávit comercial, superávit fiscal, necesidad de reservas y no apalancamiento en derivados financieros para el crecimiento de la economía. Los imbalances fuertes también en una situación de aparición de nuevos actores de los cuales China, uno de nuestros integrantes es también un actor, un nuevo actor muy importante a nivel global, y Estados Unidos con un déficit estructural tanto en lo fiscal como en lo comercial, pero con la capacidad de tener la máquina de emitir dólares y por lo tanto poder solventar su déficit estructural en materia comercial y fiscal con el resto de los países, nos coloca a nosotros -y cuando digo nosotros estoy hablando de un Grupo que representa la mayor porción del PBI mundial, la mayor cantidad de población, densidad demográfica, la mayor cantidad de ocupación de territorio y también los países con mayor número de consumidores y que más hemos hecho por el crecimiento de la actividad económica mundial- en la disyuntiva de articular en forma inteligente, no discursiva o retórica, una modificación que yo considero básica ante un nuevo escenario internacional. El nuevo escenario internacional está protagonizado por países del G-77 más China. Sin embargo, en los sistemas de decisión institucionales, multilaterales, llámese Naciones Unidas, llámese Consejo de Seguridad, llámese Fondo Monetario Internacional, llámese Organización Mundial del Comercio, nuestros países no tienen representación acorde con su nivel y con su magnitud, en la adopción de decisiones. O sea, el sistema de decisiones sigue como una fotografía vieja, con una fotografía que podríamos denominar de lo que fue ni siquiera el G-20 sino el G-7 o el G-8. Podemos reconocer que hubo cierto grado de amplitud en la constitución del G-20 del cual Argentina forma parte, pero sería injusto además de no estar en mis convicciones que por el hecho de ser incluida en el G-20 le asigne la totalidad de la representación, en los sistemas de decisión, al contrario, yo no creo en eso. No soy de las que porque ahora estoy yo, está todo bien. Al contrario, creo que es necesario que esta nueva fotografía del mundo tenga su correlato en la modificación, en los sistemas de participación, representación y decisión en esos organismos".
CFK se quejó por la postura de los países centrales sobre las nuevas pautas del comercio internacional porque "siempre quieren tener beneficios a costa de nuestro países" y también volvió a quejarse que pretende que el bloque en vía de desarrollo "se haga cargo del pasivo ambiental" que generaron en su proceso de industrialización en las últimas décadas.Cristina de esta forma, reafirma el ADN peronista del gobierno: en estos momentos, con grandes vientos de cambio, hay que alentar y reafirmar las banderas de Perón: proclamar por "la Hora de los Pueblos" y dfiundir la idea de "humanizar el capital". En los '90 al pueblo se le empezó a llamar gente, como una forma de edulcorar las banderas siempre vigentes. También el ciudadano pasó a ser reemplazado por el simple rol de consumidor, una presa de este capitalismo de mercado voraz e implacable. Cristina está a la altura de representar al G-77, es la una de las pocas figuras políticas que no se queda en discursos vacíos. CFK hace valer su rol de representante del pueblo argentino y reafirma el papel del país dentro de la escena mundial. No hay que aflojar. Es hora del Attaque! Porque ya lo dijo el Padre Eterno: mejor que decir, es hacer. Mejor que prometer, es realizar.