La palabra Chakra viene del sánscrito y su significado es rueda.
Los chakras son centros energéticos responsables del flujo energético del cuerpo. Estos chakras tienen diferentes nombres, colores, minerales,… afines. Funcionan absorbiendo la energía universal, transformándola para que sea beneficiosa para nuestro cuerpo y alimentar nuestra aura y al final devolver esa energía al exterior.
En Occidente los chakras son representados como conos de energía que funcionan como conexiones o para que la energía pueda trasladarse de una zona a otra de nuestro cuerpo o al exterior, también tienen como función la de unir el cuerpo físico con el cuerpo espiritual.
Los chakras son mucho más importante en la cultura oriental que en la occidental, como la mayoría de veces, y se cree que cuando estamos enfermos, ya sea físicamente o mentalmente, se considera que los chakras no están funcionando correctamente en nuestro interior. Eso es debido a que cada chakra se responsabiliza de una zona de nuestro cuerpo, órgano, cualidades emocionales,…
Los antiguos escritos mencionan aproximadamente 88.000 chakras dentro de nuestro cuerpo humano, es por eso, que todas las zonas de nuestro cuerpo, o casi todas, son sensibles a la energía y de ahí la importancia de trabajar energéticamente nuestro cuerpo. Hay que decir que la mayor parte de estos 88.000 chakras tiene papeles secundarios y se pueden nivelar, activar y proteger si tenemos trabajados los 7 chakras principales, que son los que se trabajan con más asiduidad en el Reiki. Son estos siete chakras los que se asocian con nuestra aura.
El correcto funcionamiento de los 7 chakras es sinónimo de buena salud, pero la apertura de estos siete chakras es lo que en Oriente se denomina iluminación. Existen muchas técnicas para abrir y trabajar estos chakras, el Reiki es una buena manera dado que es una técnica suave y de fácil manejo.
El tamaño de los chakras depende del grado de apertura y de desarrollo de los mismos, dependiendo en gran parte de nuestro desarrollo espiritual y de las vibraciones energéticas que emitimos. Una persona espiritualmente perfecta tendrá unos chakras grandes, en constante movimiento, brillantes y translúcidos, por el contrario una persona materialista, de vibraciones más bajas, tendrá unos chakras pequeños, oscuros y opacos.
Hay que trabajar nuestros chakras si queremos tener una mayor calidad de vida. Hay quien se compra una casa con piscina, todoterreno, un piso,… o puedes trabajar tus chakras y así fortalecer tu espíritu cuidando de tu cuerpo con sólo unas sesiones de Reiki. Tú decides!