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Charlas con músicos: Pablo Vidal de La Perla Irregular (pt. 2)

Publicado el 25 junio 2011 por Tucho
Charlas con músicos: Pablo Vidal de La Perla Irregular (pt. 2)
Segunda y última parte de la charla con el señor Pablo Vidal, voz y guitarra de La Perla Irregular. (¿La primera parte? ¡Debajo de ésta, ciegos!). Aquí, la deconstrucción de su último disco Rafael, cómo ve el autor a este nuevo álbum al lado de sus otras producciones y algunos detalles del futuro y los gustos personales del entrecharlado.
Que lo disfruten (se recomienda leer el final de la primera parte y volver a ésta).
RAFAEL, TEMA POR TEMA
Si te animás lo contamos.
Dale. En el primer tema lo que hace Rafael es empezar algo... y en realidad no empieza él, alguien lo empieza a él, no es él el que habla. Es como un relato enmarcado, alguien de afuera lo presenta.
Y ya en (Sólo jugar), la segunda canción, él aparece y continúa eso. (Sólo jugar) es como una especie de sueño de Rafael en el que él deviene en un cartonero. Cuando lo hice lo imaginé así. Lo que quería marcar en realidad era lo trágico de la vida. En cualquier condición material... todos pasamos por las mismas cosas: nacemos, crecemos, nos morimos. Todos estamos como en el vacío, no tenemos ninguna certeza de que haya algo después, algo antes, que haya un dios... Estamos todos en la misma, la vida es absurda para todos en un punto. Entonces el cartonero va atravesando sus días y se va dando cuenta, en su pobreza, que en realidad es como todo un juego y que ese juego no tiene finalidad, no tiene objeto. El tipo se va dando cuenta de eso y lo toma como parámetro para seguir viviendo y experimentando... es un poco polémico, por eso no lo quise hacer muy explícito, porque me pueden decir “bueno, pero vos lo decís porque vos tenés para comer”, porque soy de clase media, pero estoy hablando de otra cosa.
Está claro que está visto desde otro lado.
Claro, no es que digo como el neoliberalismo que hay un predestinamiento, impuesto por las leyes de un mercado autorregulador, y que el pobre es pobre y siempre lo será (que es algo opuesto a lo que pienso). Está puesto más en un plano filosófico, del no sentido de la vida, desde ahí. Eso es lo que plantea el tema, todo a través de un sueño medio loco. Y ése es el primer paso que da Rafael.
El tema siguiente, El tren de las diez, es más explícito quizás. Habla sobre su mujer, su pareja, a la cual le da una libertad inusual para él, la suelta... Y ella decide irse, entonces él entra en crisis, se emborracha, se despierta con la foto de ambos que rompió y recuerda momentos con ella. En el estribillo dice: “que cantábamos la desnudez, mientras espiábamos que habría de hacer el otro al amanecer”. En realidad, los dos siempre tuvieron el miedo de que algún día el otro se fuera. Es un relato bastante claro en cuanto a la narración. Al final sale a buscarla…
Y ahí viene Guadalú...
Guadalú en realidad es una historia prostibularia.
Yo pensé que El tren de las diez y Guadalú se continuaban.
No, El tren de las diez termina ahí y el tipo nunca te dice de ahí al final si la encontró o no… Y Guadalú es otra historia, es como un viaje iniciático todo lo que hace Rafael: hace, deja de hacer, prueba de todo y conoce más... Y Guadalú es una prostituta de la que él se enamora.
¡Grave error! (risas).
¡Claro! Entonces, es toda la relación de paranoia que él entabla con ella al enamorarse de una prostituta, que es lo último que se debe hacer... La acusa al comienzo de la canción, porque puso sus expectativas en ella y la mina no tiene problemas con nadie y hace lo que quiere.
Me gustaba el hecho de poder meter una historia prostibularia porque es un tópico muy común, en el tango, en las canciones mexicanas, las rancheras, está lleno. Pero en el rock no tanto…
Y el tema siguiente, “Mi otro corazón”, es un viaje en el tiempo. Rafael -en un sueño o lo que quieras, es inconsciente-, volvió a la conquista de América. Está basado en los Arahuacos, el primer pueblo con el que Colón tiene contacto cuando llega a América, un pueblo que vivía en la abundancia, cerca de El Salvador, un lugar donde no faltaba nada y vivían felices, a tal punto que habían desarrollado un lenguaje muy abstracto, muy poético (esto lo saqué de Galeano, de Las venas abiertas...). Entonces, tenían ese lenguaje rico en poesía, al estudiarlo posteriormente notaron que usaban muchas frases metafóricas para referir el mundo. Amigo se dice “mi otro corazón”, “ama de la noche oscura”, es el búho. Agarré esas frases y las usé en toda la letra.
Y lo que cuenta la historia es que Rafael tiene un amigo, que es como su hermano, y un día desaparece... a todo esto, corre la voz de que llegó una gente extraña a su pueblo a quienes los Arahuacos quieren tratar amistosamente hasta que se dan cuenta de que los extranjeros recién llegados iban por el oro. Hay una suerte de enfrentamiento... y Rafael empieza a sospechar que la desaparición de su amigo se conecta con la llegada de estos hombres... Puede parecer un poco forzado que en esta canción el protagonista también sea Rafael, pero como si fuera un film, el disco se permite viajar dimensionalmente, digamos, y violar las unidades de tiempo, espacio, acción.
Charlas con músicos: Pablo Vidal de La Perla Irregular (pt. 2)Continuamos: El sueño que sueño.
En un momento, Rafael mira para atrás y es un sueño enmarcado en otro. Se ve a él de pibe.
¿Te gusta Borges? Porque tiene una cosa medio de Funes, el memorioso lo que decís.
No lo leí tanto a Borges, pero ese cuento está bueno. Y bueno, transcurre el sueño y al final dice: “luego el sueño prosiguió, despertábame tu voz”, entonces uno no sabe si esa voz que lo despierta es dentro del sueño, o si es alguien que lo despierta efectivamente de lo que estaba soñando. Pero a partir de que lo despierta esa voz, revive. Después viene el Blues del oxidado, un tema en el que Rafael se ve completamente solo en el mundo y no sabe para donde disparar.
Ya comienza esa reflexión final en donde el tipo se descubre a sí mismo, digamos.
Sí, claro, también se descubre a él gracias a Guadalú, a la pérdida de “su otro corazón”, a su pasado... Primero, pierde el sentido, después pierde a su mujer y al amor, después a su amigo y en el sueño a sí mismo. En el blues se ve solo y empieza a tomar posición, y más o menos de eso trata la letra.
Y después viene Cielo serás: después del blues, es un vuelco. En el blues queda solo y va subiendo al descanso, Cielo serás es un reencuentro consigo mismo, aunque, “no somos piel, cielo serás”...
Y se acerca el final con Los Rapsodas.
Acá habla de su oficio, que es el de músico.
¿Viene autobiográfico eso?
No, para nada. O sea, todas las letras hablan de uno porque es imposible que algo que vos hacés no hable de vos, ninguna es explícitamente autorreferencial…
A pesar de eso, casi todas las letras están hechas en primera persona, quizá por el personaje...
Sí, eso me salió así... Y bueno, los rapsodas son un grupo... a la Greco... el poeta no era lo mismo que ahora, era un médium entre los dioses y la comunidad. Entonces, los rapsodas iban a la plaza con un instrumento y estaban tres horas recitando una poesía (ponele homérica, La Ilíada, La Odisea, que son tres horas de memoria, tocando la lira y recitando). En ese momento, eran un canal por el que hablaban dioses y el pueblo quería escuchar esa historia, esa enseñanza. Entonces, eran la poesía, la música, significaban eso. Y cuando ellos actuaban era un momento de perdición para el que las recibía.
Como puede pasar en un recital, salvando las distancias.
O en una obra de teatro o el cine, pero creo que a una escala mayor, porque había otro desarrollo de la sensibilidad, del impacto, del shock, de lo sensorial. Viste cuando acá estaban los radioteatros, hay anécdotas de gente frente a la radio llorando, gritando... eso ahora es imposible. A lo que voy es que los rapsodas eran algo sagrado.
En la letra son los rapsodas hablándole al público en algunos momentos, y en otros describiéndose a ellos y su alrededor. Hay quien dice “yo me abandoné”: habla del oficio del músico, del poeta. El tipo se abandona a su arte y no le importa nada más. Hay un texto de Jung que habla del ciudadano común y el artista, y dice que todo artista tiene un porcentaje de ciudadano común y otro de artista: hay quien logra equilibrio, otros que permiten más hombre común y otros, más artista. Y bueno, los rapsodas se volvieron una palabra, los tipos se abandonaron a su arte. Los actores del medioevo, los que hacían La Comedia del Arte, toda su vida desarrollaban un personaje, un arquetipo, dedicaban su vida a ese único personaje y rol... Es Rafael experimentando el oficio y explorando el límite o linde entre las dos cosas.
Y después llega el descanso.
Llega al grado máximo, que es la relajación...
“Descanso de laboriosa condición”.
Del capitalismo (risas). De la destrucción, de todo. Vivimos en un quilombo, pero Rafael se encamina para hacer un descanso en su mente, que quizás le dé fuerzas para tener otra perspectiva que sea más constructiva. Esta es ya mi interpretación, porque esto no está sugerido en la letra.
Charlas con músicos: Pablo Vidal de La Perla Irregular (pt. 2)
Excelente. ¿Y cómo ves al disco musicalmente al lado de los anteriores?
Este disco está menos lleno que el anterior, son arreglos más solidarios, cuando entra un piano sale una guitarra, si entran cuerdas, otra cosa pasa a un plano más atrás. Se generan más espacios, más aire para que entren los arreglos. Hay temas que tienen la misma cantidad de instrumentos que en La Novena Utopía, pero la diferencia es que no están todos superpuestos.
También tiene un costado más pop, más sintético, las canciones duran menos. Hay construcción pero es una construcción más simple. Los Rapsodas capaz es un tema complejo pero dura tres minutos, y tiene como cinco partes temáticas en su interior. Lo mismo pasa con Rafael (el tema). El sueño que sueño es más derecho, Cielo serás también. Con este disco se bajó un cambio: para poder subir tenés que bajar, como un resorte, es así.
Y en el futuro vuelven a subir. ¿Hay algún esbozo, nuevas canciones?
Sí, ya hay varios temas que están compuestos para "LPI IV". Van a dar para arreglar mucho, son canciones en el camino de Donde el ladrillo o Decimos sí, reformuladas. Canciones algo raras, que entran raro. Un neopop psicodélico, que de alguna manera no está en los otros discos. Y también algo medio afroamericano-latino, con toques de Litto... pero que va a terminar sonando súper beat.
Los Gatos tienen una cosa latina, Los Shakers también, tienen ése tema con bandoneón que está buenísimo...
Sí, es verdad. Y la idea es que sea un disco de cuarenta y pico de minutos con catorce temas, ya está la mitad más o menos. Quiero completar el disco con temas más rockeros y distorsionados, porque los que tengo son más bien pop.

Que tenga un equilibrio entre esos dos costados.

Sí, porque este disco a mí me gusta pero quedó un poco desequilibrado en ese sentido, recién acá aparece una distorsión (señala al Blues… en la contraportada de Rafael).
Puede ser, aunque Rafael es un tema oscuro, Guadalú va “derechito”...
Sí, es cierto, pero es más popero. Quiero eso, un par de temas más oscuros, más densos.
Lo que me pasó con este disco es que dije: ya hice un montón de cosas y no las tengo que repetir... Quizá por eso tenga estos temas determinados, porque quería decir otras cosas tanto en el plano letras como en la música. En este disco está Guadalú: no había habido un tema pop tan lineal en los otros discos, o por otra parte, en otro estilo, Descanso, no había ninguno así antes. Me interesó eso para que no sea lo mismo de siempre, y que a la vez contribuya a una obra más general, que es la suma de todos los discos. Porque para mí entre todos los discos se forma uno, y entre todas las canciones se forma una sola enorme que contiene al resto. El ejemplo máximo son los Beatles en este sentido...
Son el ejemplo para casi todo, siempre.
Sí, siempre. Toda su discografía forma los Beatles, cobra sentido toda junta. Nosotros ya tenemos tres discos, un simple y un EP. De repente, en el simple está el tema Desayuno en la hierba que vino un conocido el otro día y me dijo que lo estaba escuchando y alguien le dijo: “sacá esa música para chicos, ¿qué estás escuchando, María Elena Walsh?” (risas). Entonces, que exista esa canción y Redimida en el universo de La Perla, está buenísimo.
(BONUS TRACK, LAS PREGUNTAS DE SIEMPRE)
¿Qué canción elegirías para mostrarle a alguien si te pregunta de qué va la banda?
Por ahí le mostraría Donde el ladrillo, porque sintetiza lo pop, lo psicodélico, y tiene un espíritu que es de rock. Por los arreglos, la melodía... es una buena introducción al grupo.
¿Y qué canción te hubiera gustado componer? Si querés una de acá y una de afuera.
A ver… (Piensa bastante). Bueno, digo uno que se me ocurra ahora, no lo pensé. De acá (sigue pensando)... el tema que cierra Pescado 2. Me encanta, es uno de los mejores que hizo el Flaco para mi. Y de afuera... ya lo tengo. She loves you.
¡Sorpresa! ¿Te gusta más la primera época que la segunda?
No, pero me gusta tanto como la segunda. Las canciones parecen simples pero ni ahí, cuando escuchás las melodías te das cuenta. Escuchás A hard day’s night y ya el primer acorde, chirirín... Un disco que empieza con ese acorde, ya está.
Tal cual, ¡es el secreto del tema! Para cerrar, elegí los cinco discos que salvarías de un incendio (o la catástrofe natural que se te antoje).
Voy a elegir Revolver primero, Pescado 2 segundo, tercero el primer disco solista de Litto Nebbia, Volumen I... Cuarto me llevo For you de Los Shakers y quinto... me voy a llevar uno de Bob Dylan, creo que Highway 61 (dice 'sesenta y uno' en castellano), está bueno, con Desolation Row ahí al final. Esa viola que puntea me encanta, y la letra es impresionante.
Obviamente, son los 5 de hoy, distintos a los que seguramente elegiría mañana.
Para finalizar, les dejo una novedad. Recién salido del horno, el nuevo (y enigmático) videoclip de La Perla Irregular: Los Rapsodas, realizado por PI Producciones, entre mayo y junio de este año.

Los Rapsodas - La Perla Irregular from LaPerlaIrregular on Vimeo.



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