Revista Psicología

Charles Bukowski, ¿qué podemos hacer con esta Humanidad?

Por Yanquiel Barrios @her_barrios
Charles Bukowski, ¿qué podemos hacer con esta Humanidad? Bukowski Amo a la humanidad, pero, para sorpresa mía, cuanto más quiero a la humanidad en general, menos cariño me inspiran las personas en particular. Fiodor Dostoievski

Humanidad como conjunto de seres humanos, Humanidad como actitud y características de un individuo que pertenece a esta especie, Humanidad como referencias al cuerpo, a la anatomía. Humanidad con variedad de usos y significados a la par de millones de humanos. Humanidad en prosa y poesía. Pensarla, escribirla, cuestionarla, juzgarla, criticarla, creerla. Esto es justamente lo que hace una vez más el viejo indecente. Genio creador que con un poema nos haces reflexionar, preguntarnos: qué podemos hacer, con la Humanidad.

En su mejor momento, hay gentileza en la humanidad.

Alguna comprensión y, a veces, actos de valor

pero en general es una masa, un globo que no tiene demasiado

Es como un gran animal que duerme profundamente y

casi nada puede despertarlo.

cuando se activa es mejor en la brutalidad,

el egoísmo, los juicios injustos, el asesinato.

¿Qué podemos hacer con esto, esta Humanidad?

Ante la pregunta que titula el poema, Bukowski tiene una respuesta radical y por qué no, épica. Nada. Aborrecido de pesimismo, no encuentra alternativas ante el problema de odio, rencor, dolor, que se manifiesta a diario dentro de la masa que llamamos humanidad. De alguna manera Freud, en Psicología de las masas y análisis de yo, hace referencias a la masa parafraseando a Gustavo Le Bon. Este expresa que: cualesquiera que sean los individuos que la componen y por diversos o semejantes que puedan ser su género de vida, sus ocupaciones, su carácter o su inteligencia, el simple hecho de hallarse transformados en una multitud le dota de una especie de alma colectiva. Esta alma les hace sentir, pensar y obrar de una manera por completo distinta de cómo sentiría, pensaría y obraría cada uno de ellos aisladamente.

Tal como expresa en esta primera parte del poema, el animal Humanidad se desata de manera histríonica cuando sus componentes se hallan dentro de su propia alma colectiva. Se desbocan los instintos más voraces cuando se está en multitud. A pesar del estilo soez, hosco y temerario de sus letras, la potencia de sus críticas al hombre y la sociedad, siempre nos transmite una pequeña dosis de esperanza en el Hombre persona, individuo, ente capaz de poder discernir entre lo bueno y lo malo. Capaz de sobrevivir como pocos, como precisamente Bukowski lo hizo en su tiempo, de la sociedad que lo consumía.

Evita la cosa tanto como sea posible.

Trátala como si fueras algo venenoso, vicioso

Pero ten cuidado. Ha promulgado leyes

para protegerse a sí misma de ti

Te puede matar sin causa.

y para escaparte debes ser sutil

pocos escapan.

Depende de ti elaborar un plan.

No he conocido a nadie que haya escapado.

He conocido a algunos de los grandes y

famosos pero no han escapado

porque solo son grandes y famosos dentro

de la Humanidad.

No he escapado

Pero no he fallado en intentarlo de nuevo y

antes de mi muerte espero obtener mi

En este segundo momento de qué podemos hacer, con la Humanidad, llegan una serie de consejos, advertencias, modos de hacer. Gustave Flaubert lo resume magistralmente cuando expresa: La humanidad es como es. No se trata de cambiarla, sino de conocerla. Crear las vías para sobrellevarla, sobrevivir o como dice Bukowski, escaparse de ella resulta un intento fallido que entre muchas acciones, requiere el de conocer el espacio-tiempo justo que está viviendo. Vivir aunque se muera en el intento de vivirla. Revivir y renacer, no cesar en la búsqueda de la vida que se quiere.


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