Charles Bukowski (1920-1994) nacido en Aldernach, Alemania, dejó la oficina de correos donde trabajaba al publicar su primera novela, Cartero (1970). Sus poemas (se vanagloriaba de haber escrito el primero a los 35 años), son descarnados, realistas, autobiográficos muchos, y lo situan en la línea de un poeta maldito y ácido, llenos de alcohol y sordidez, que siempre rodeaban al autor.
Dice Bukowski: Me gustan los hombres desesperados, hombres con los dientes rotos y los destinos rotos. También me gustan las mujeres viles, las perras borrachas, con las medias caídas y arrugadas y las caras pringosas de maquillaje barato. Me gustan más los pervertidos que los santos. Me encuentro bien entre marginados porque soy un marginado. No me gustan las leyes, ni morales, religiones o reglas. No me gusta ser modelado por la sociedad.
En unos días colgaré dos cartas de Bukowski sobre el oficio de escritor. Ahora os invito a leer uno de sus poemas y a ver un video de su paso por el programa Apostrophes, digno de estar al lado del programa que hizo famoso también a Fernando Arrabal.
El genio de la multitud, por Charles Bukowski
Hay suficiente traición y odio, violencia,
necedad en el ser humano corriente
como para abastecer cualquier ejercito o cualquier
jornada.
Y los mejores asesinos son aquellos
que predican en su contra.
Y los que mejor odian son aquellos
que predican amor.
Y los que mejor luchan en la guerra
son -AL FINAL- aquellos que
predican
PAZ.
Aquellos que hablan de Dios
necesitan a Dios.
Aquellos que predican paz
no tienen paz.
Aquellos que predican amor
no tienen amor.
Cuidado con los predicadores
cuidado con los que saben.
Cuidado con aquellos que están siempre
leyendo libros.
Cuidado con aquellos que detestan
la pobreza o están orgullosos de ella.
Cuidado con aquellos de alabanza rápida
pues necesitan que se les alabe a cambio.
Cuidado con aquellos que censuran con rapidez:
tienen miedo de lo que no conocen.
Cuidado con aquellos que buscan constantes
multitudes;
no son nada solos.
Cuidado con
el hombre corriente
con la mujer corriente.
Cuidado con su amor.
Su amor es corriente, busca
lo corriente.
Pero es un genio al odiar
es lo suficientemente genial
al odiar como para matarte, como para matar
a cualquiera.
Al no querer la soledad
al no entender la soledad
intentarán destruir
cualquier cosa
que difiera
de lo suyo.
Al no ser capaces
de crear arte
no entenderán
el arte.
Considerarán su fracaso
como creadores
sólo como un fracaso
del mundo.
Al no ser capaces de amar plenamente
creerán que tu amor es
incompleto
y entonces te
odiarán.
Y su odio será perfecto
como un diamante resplandeciente
como una navaja
como una montaña
como un tigre
como cicuta
Su mejor
ARTE.
Un vídeo de un borracho Charles Bukowski en el programa Apostrophes: